Treinta y cuatro
...
Los viejos son sorprendentes mariposas
con todos los colores frágiles
....
La vejez suele despreciar, exquisita,
vuelos rasantes de adustas alas.
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.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
Hoy no sé si estoy de acuerdo, pero tampoco me atrevería a argumentar en contra.
ResponderEliminarUn abrazo,
La vejez puede permitirse entre otras cosas utilizar el desprecio.
ResponderEliminarBesitos
Pedro, vale, jaja; en cualquier caso, yo no voy a tratar de convencerte tampoco. Un abrazo
ResponderEliminarElysa, estoy de acuerdo. Y hasta entiendo que así sea. Un beso