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¿Qué demonios esconde un tiovivo envuelto en un toldo amarillo? y, sobre todo, ¿a quién? ¿Qué clase de lona es capaz de arrebatar un tiovivo entero de los ojos de un niño solícito, nervioso, aventurero y explorador? Fíjense bien porque no pregunto al tuntún. ¿Todavía no se dan cuenta? ¿No les dice nada ese par de palmeras enhiestas, colocadas sospechosamente a cada uno de los lados con simetría extrema? Y esa caseta pintarrojeada de mala manera, como si la hubieran camuflado en una selva, ¿tampoco levanta sus sospechas? ¿De veras no les produce ni frío ni calor la irrupción de esa mole en mitad de la plazoleta, de la calle, junto a la orilla del Mediterráneo, de la ciudad? ¿Acaso se han creído que se trataba de un simple recreo de feria? ¡Pero qué tiovivo ni qué niño muerto! ¿Es que no distinguen al enorme elefante dentro de la boa constrictor bajo el bombín?
* La foto es de Guillermo Méndez y procede de su bitácora FugaZes.
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¡Ja! Qué bueno... ya no puedes mirar sin literatura en los ojos.
ResponderEliminarBesos
Anda que ya me vale, mira que era fácil: pues no lo adiviné. En fin, creo que soy adulto. Me has arrancado una sonrisa, gracias
ResponderEliminarTal y como insinúas la literatura podría ser eso, la mirada de lo que no se ve.
ResponderEliminarAbrazos.
Genial. Con aquella disfruté, con esta me he quedado sin sueños.
ResponderEliminarAbrazos.
Bueno, claro que no lo veíamos. Pero para eso has cumplido con tu deber de abrirnos los ojos, que es para lo que no lee, ¿no?
ResponderEliminarAbrazo, Gemmexupèry
Gabriel
...uno lee... obviamente.
ResponderEliminarJa ja ja, nos has pillado. Si no es por ti, no nos enteramos. Gracias, principita.
ResponderEliminarEn los tiovivos de antes, para la lluvia ataban una cortina de hule entre barra y barra. Se veía que dentro había un tiovivo, porque las cortinas no ajustaban bien.
ResponderEliminar¿Qué sucede ahora, que todo es tan fácilmente ocultable y tú puedes ver una realidad más hermosa... pero otros podrían ver algo siniestro, como la oficina de recuento de los Falsos Positivos de Colombia?
¿Qué nos está pasando, Gemma? Y te lo pregunto no con retórica, sino con dolor.
(Estoy leyendo de arriba abajo, empezando por los últimos. Ando retrasado en blogs y en muchas cosas porque estoy viendo por segunda vez, seguida, la serie The Wire, 80 horas + 80 horas... y además de leer poco, interneteo poco. Cuando me sienta capacitado, haré una entrada sobre la serie, que no es "la mejor serie del mundo", como dijo el editorial de The New York Times. Está fuera de concurso).
Para compensar tanto dolor, te voy a pone ren tu FB un corto muy divertido (aunque lleva dentro su propia bomba).
Millones de abrazos
Susana, Ximens, Agus, Isabel, Gabriel, Araceli, y Nano, ¡gracias a todos por vuestros comentarios!
ResponderEliminarAy Gemma la mención al tío vivo y al niño muerto me llevo a la Matute y a pensar que nos ibas a contar que fue del niño aquel (una siempre quiso en su fuero interno que la historia acabara mejor de lo previsto) y luego me ha hecho sonreír y respirar aliviada que se me haya escapado la boa una vez más, se esconde en cualquier parte.
ResponderEliminarBesicos
Me encanta ese micrazo de la Matute. ¡Qué feliz analogía, la tuya! :-D
ResponderEliminarBesos