Las ausencias son presencias en sombra
que florecen por todas partes
audaces de poder no ser
de poder decir ya no somos más
pero aquí fuimos un día
-en efecto- y mañana
seguiremos no siendo
para que tú seas
conmigo.
En el momento menos previsible
a la hora en que nos tiembla
el cuerpo y la entraña
se abre como una flor,
brotan ausencias sinnúmero,
súbitas sombras
de cuerpo presente
que me asombran
con su figura de muerte
y su ausencia
de pudor.
Buenísimo, Gemma, las ausencias son presencias. Y tanto. Con qué elegancia describes esa sensación que tan a menudo nos aflora a muchos. Me ha encantado. Y me ha tocado, vaya que sí.
ResponderEliminarUn abrazo nada ausente.
Soberbio, Gemma. Y la foto amplia ese texto magnífico ¿Es de Almería? ese desierto feroz con el mar azulísimo al fondo me lo ha recordado.
ResponderEliminarY también a mí me ha tocado. Vaya que sí.
Un abrazo presente y bien presente
A mí me gustaría que así fuera porque las siento como las describes.
ResponderEliminar¡QUÉ BELLEZA EN TUS PALABRAS!
Un fuerte abrazo.
Bellísimo poema, Gemma. Como seguro sabes el temblor de entrañas me llegó a las mismas.
ResponderEliminarMuy, muy bonito.
Gracias sinceras.
Y besoncios
Espléndido y cierto. A veces las ausencias tienen mucha más consistencia que las presencias reales. Es más, como apuntas, somos en parte ausencias de otros. Brillante, Gemma.
ResponderEliminarAbrazos.
"Las ausencias son presencias en sombra que florecen por todas partes..." Me gustó mucho.
ResponderEliminarMuy hermosas palabras para describir y trasmitir esas sensaciones a los que leemos tu poema. Felicidades, Gemma.
A veces siento que nada de lo importa está ausente, sólo se hace a un lado para dejar un poquito de espacio. Tu poema, Gemma, te hace presente, casi tangible.
ResponderEliminarUn pe tó "PRESENTE".
Nunca está tan presente aquella persona a la que quieres como cuando está ausente. Preciosa manera de plasmarlo.
ResponderEliminarBesos desde la distancia.
Algunas ausencias son terribles, menos mal que habitan entre las sombras y somos capaces de percibirlas, de olerlas y de acariciarlas entre el miedo y el deseo. Algunas ausencias jamás deberian de serlo.
ResponderEliminarBello poema, con notas hirientes que se clavan y crecen.
Saludos
Las ausencias y las presencias, dos conceptos divididos por una línea muy delgada, donde la publicidad juega muy bien.
ResponderEliminarMe gusta.
Saludos.
Araceli, muchas gracias. Este tipo de impresión es para mí indeleble y sin embargo escurridiza como sombra. :-)
ResponderEliminarOtro bien presente para ti (me ha dicho un pajarito que nos vemos pronto)
Freia, qué bien lo viste. Es de Almería, sí. De los alrededores de la Isleta del Moro. ¿Verdad que tiene fuerza? Besos, abrazos, y gracias
Isabel, qué bien que te guste. Yo no me considero una poeta, tú lo sabes, aunque a veces...
Un beso
Izaskun, lo mismo digo. Me alegra verte por aquí. Un fuerte y poderoso abrazo
Agus, en efecto. Somos, en buena parte, ausencias de los otros. Sin duda se trata de un vínculo más poderoso, y presente, que el de ciertas relaciones que nos vienen impuestas. Un beso
Luisa, celebro que te haya gustado. Reflejar ese sentimiento era mi propósito. Un beso
Josep, lo tanqible y presente es, tal como sugieres, una cuestión profundamente subjetiva. Muchas gracias y més pe tons
Lola, los hombres y su enorme espíritu de contradicción. Es tal como dices. Un abrazo grande
Ada, el dolor es la manera que adoptan ciertas sombras para que reconozcamos su presencia. Qué duda cabe. Muchas gracias por tus bellas palabras.
Tipo, mientras la ausencia se reviste siempre de deseo, la presencia prefiere el hábito como disfraz. Saludos
Qué bueno. No hay nada más presente que una ausencia, es un presencia permanente, que siempre está allí, flotando.
ResponderEliminarLos que se han ido no dejan vacíos, como dicen los que nos consuelan mal. Nos dejan repletos. Por eso tu poema nos ha tocado a todos. Pero hay un verso que me ha parecido muy especial, que es casi como la prueba del ocho de que están ahí:
ResponderEliminaraudaces de poder no ser
Mi aplauso de hoy es sereno
Manu, todavía no me he repuesto de la impresión que me causó recientemente la lectura en tu blog de ese soneto tecnológico (e hipertrófico)... :-) Un abrazo wifi
ResponderEliminarNano, los ausentes nos dejan repletos de memoria y de recuerdos; probablemente sea este el modo más cierto de seguir presentes... Lo viste muy bien.
Un abrazo gordo