El tango
Aquel hombre bebió para olvidar a la mujer que amaba, y la mujer amó para olvidar al hombre que bebía.
Mario Goloboff, “El tango”, en VVAA, El límite de la palabra. Antología del microrrelato argentino contemporáneo, edición de Laura Pollastri, Menoscuarto, Palencia, 2007, p. 134.
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La olvidadiza
Para olvidar el tango, y al hombre que amaba, la mujer olvidaba a la mujer bebedora para que aquel hombre bebiera amando.
La tornadiza
Para olvidar a aquel hombre (y al tango), la mujer bebedora amaba el hombre que bebía para que la mujer le olvidase amando.
Y cabe la posibilidad que el hombre amase beber y ella se bebiese el amor.
ResponderEliminarBesos.
o bebe para recordar a su amor, anda que no...
ResponderEliminarcomo Malena
Excelente el ejercicio. Gracias por tus palabras y por acercarnos el texto de Goloboff. Me apunto su nombre en el neocórtex.
ResponderEliminarUn abrazo,
PABLO GONZ
Con tu permiso Gemma, me lanzo
ResponderEliminarEL TANGO bebió a la mujer que amaba
y amó la mujer para olvidar al hombre
para olvidar que Aquel hombre bebía
No deja de sorprenderme este juego tuyo.
Perdona por la intrusión y gracias por la visita en el blog de Antón.
Un abrazo
Gemma, todo un Tango malabar y en estas calles del olvido con tu permiso entro al bar.
ResponderEliminarTango abrazo.
Sergio Astorga
Adanero, "...y ella se debiese el amor", y con éste a aquél. No habría que descartarlo... Besos
ResponderEliminarAroa, estáis de lo más inspirados... También podría ocurrir esto otro que dices, desde luego... (En materia de amor, cualquier combinación es posible). Un abrazo
Pablo, buen lugar para retenerlo... ;-P
Gracias, y un abrazo de vuelta
Jesus, así me gusta, que os soltéis el pelo... Esto del amor es ciertamente, como apunta tu tango, un galimatías. :-P Un beso
Jaja, Sergio, entra, entra. Y tómate un Tango mango a mi salud. ;-P
Besos
Un Mango Tango quise decir... ;-PP
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