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¿Por qué fuimos expulsados tallos, hojas, brote y raíz del aire y del oxígeno? ¿No nos mostramos acaso lo bastante bellas para vosotros, olorosas, gráciles, flexibles? ¿O fue quizá la timidez de ciertas rosas? ¿De veras os disgustaba tanto el verde rutilante, la aguda humedad de nuestras hojas?
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me encanta el tono verde hierba que ha tomado esto...
ResponderEliminarla aguda humedad
besos
Tal vez por la hiriente vitalidad que tan poco pide.
ResponderEliminarCuando te pones eres sublime. ¡La humedad aguda no se dice!
Felicidades Gemma escritora.
Beso
Tal vez no sabían los insensatos que como decía Alejandra Pizarnik, la belleza consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos.
ResponderEliminarVoy a apostar por la timidez que parece invisible y muda pero hace muchas trastadas!
ResponderEliminarAdoro tus fotos.
L.
Me pasa como a otros. Vengo, desenvuelvo el paquete de la fotografía, leo y me quedo pensando ¿qué será que será?
ResponderEliminarY así vuelvo, para ver si alguien (no la autora) me encamina bien.
¿Sería, acaso, que ese "vosotros" era también misógino?
ResponderEliminarUn ángulo perfecto, el de la foto.
Besos
Aroa, fíjate que éste es un caso clarísimo en donde la fotografía determinó la serie encadenada de preguntas. Celebro que te agrade.
ResponderEliminarUn beso
Izaskun, te transcribo réplica de una de las plantas: "¿Quién ha dicho que no se dice?". ;-)
Otro beso
Araceli, me encanta eso de "pulverizarse los ojos contemplando una rosa". Suena tan extraño hoy en día... Tan irreal que se produzca...
Un abrazo
Lena, qué bien que te gusten las fotos. No sé si fue la timidez o la falta de ella (habría que preguntárselo a cada uno de nosotros para sacar conclusiones), pero sospecho que fueron expulsadas sin razón alguna. Por hastío, o tal vez por simple aburrimiento y crueldad. Porque sí.
Saludos y bienvenida.
Nán, ay, yo no te sabría decir. La naturaleza, una vez más, ha tomado la palabra en forma de retama, arbustos y plantas trepaderas, pero sospecho que su queja tiene visos de rebelión...
Más besos
Isabel, ese vosotros nos incluye también a nosotras. O eso creo. De todos modos, sí he buscado adrede que esas plantas se expresaran con mucha sensualidad; me pareció que era el ropaje que mejor le iba a la naturaleza. ;-)
ResponderEliminar(Disculpa el salto. Coincidimos a la hora de comentar).
Un abrazo
Si se me deja repetir tan pronto, las varas de interrogación son inequívocas: esas plantas nos preguntan.
ResponderEliminarInequívoca también la última pregunta. Y la respuesta creo que va a ser unánime: ¡claro que nos molesta lo que brilla por sí solo! ¡Claro que lo húmedo nos produce inquietud! Claro que despreciamos la timidez.
Valoramos lo que irrumpe y avasalla, no lo que aromatiza y es grácil y flexible.
Este Reino Vegetal, querida Gemma, se ha enterado del relato íntimo que de él haces y está cobrando ínfulas.
No vas a tener más remedio que seguir en ello. A ver qué pasa.
¿Puede ser de otra manera? Y sobre todo ¿podemos hacer que sea de otra manera? Y ¿tendremos fuerzas para hacer frente a lo que sea necesario, incluso a nosotros mismos, para lograr cambiar ese destierro, acoger de nuevo a los expulsados?
ResponderEliminarEspero que sí.
Un abrazo
No, les gustaban tanto que las destrozaron de puro usarlas, como un amante egoísta. No hay como que te quieran mal.
ResponderEliminarY ese nosotros que nos incluye marca la pregunta de cada responsabilidad.
Acusadoras y tristes, las bellas hojas. Pero en el pecado llevamos la penitencia, como casi siempre.
Abrazos, Gema.
Nano, jaja. A ver si de tanto empuje como van cobrando, se soliviantan de más y terminan por expulsarme a mí; que tampoco me extrañaría... ;-) Besones
ResponderEliminarMaría, la discreción está pero que muy desacreditada, desde luego (aunque no siempre fue así) y de ahí que se impongan, sobre todo, los que están más dispuestos a armar ruido... Menos mal, sin embargo, que el tiempo obra con tozudez en favor de los primeros... Abrazos
Olga, lo cierto es que la belleza extrema acostumbra a ser objeto de abuso (y de mal uso también), sí.
Nos olvidamos demasiadas veces que somos animales depredadores. Cada día estoy más convencida de que los verdaderos sapiens son las plantas. ;-)
Un beso grande
Gemma, no es tu verde lo que me disgusta dijo el otro, es el mucho espacio que ocupas; el de mas allá confirma, y esa serenidad que es inconsciencia, inmovilidad, torpeza. Yo por eso, suspiraba el primero, tengo una maceta en mi casa. Yo una estampa, soy minimalista y solo me gusta el blanco, concluyó el de allá.
ResponderEliminarEl progreso es negro no te parece?
Un abrazo fotosintético.
Sergio Astorga
No tenemos excusas para explicarnos tanta transgresión ambiental. ¿Tendríamos que aprender de los "Na'vi"? ¿Un viaje a Pandora nos curaría la crueldad? …
ResponderEliminarQuizá ese tremendo edificio de tu fotografía, conserve en sus muros algunas respuestas.
Besos
Sergio, jaja, qué diálogo más apañado pergeñaste... No sé si el progreso será tan negro como el futuro, querido Sergio; esperemos que lo sea en menor proporción..., aunque sólo sea por la cuenta que nos trae...
ResponderEliminarUn besazo
Fabiana, habrá que estudiar, desde luego, todas las huellas que nos dejen sin escatimar pista alguna. Te confieso que he tenido que investigar qué cosa eran "los Na'vi"... ;-) Un fuerte abrazo