El bebé yergue temerario la cabeza, mira con ojos desorbitados los rostros bobalicones de pura satisfacción de papá y mamá, y se decide por fin: “ma-ma-ma-ma-pa-pa-pa-pa”.
Quizá pudiera resumirse la historia de la humanidad en esos torpes balbuceos. Jamás otros sonidos contuvieron en el curso de los siglos, ni lo cosecharán siquiera en venideros, tanta verdad.
Y probablemente son los que más alegría desbordada generan.
ResponderEliminarSi, son los que más alegría desbordada generan. Pero siendo un poco retorcidos ¿no pensáis que también nuestras "primeras palabras", aparte de contener tanta verdad, también pueden ser motivos de dudas?
ResponderEliminarSon la felicidad completa cuando las oimos por vez primera.
ResponderEliminarSon momentos emocionantes. Sobre todo cuando la familia en pleno entra en competición; mira ha dicho ma-ma; que no, que no, ha dicho na-na; no hombre no, lo que ha dicho es pa-pa; ta-ta es lo que dice.
ResponderEliminarEn fin una gozada y el niño lo único que ha hecho es lanzar un sonido gutural, la mayoría de las vece ininteligible, pero hermoso, eso sí y parecido a un fonema.
Salud y República
El deslumbramiento de ese chispazo de felicidad que sentimos al escucharlo, hace inmenso el momento. Pasados entre diez y quince años cambiarán el papá o mamá por el culpable, y pasarán algunos años más antes de que digan, digamos, inocente perdóname.
ResponderEliminarEstos y otros momentos también son bellos, también forman parte de la vida que reinventamos cada día.
Bueno, al menos el 50% de verdad... (por darle un toque de humor. Ya te la han dicho todo en los comentarios anteriores).
ResponderEliminarUn hijo es la vida.
un saludo
desahogandome.blogia.com
Freia, sin lugar a dudas. Generan en los mayores alegría desbordada porque a tan tierna edad llegamos al colmo de la sinceridad y pureza (léase ingenuidad). Y eso, siempre es bien recibido por los adultos (algunos resabiados en exceso)...
ResponderEliminarAdanero, muy buenas. En cuanto a si las primeras palabras pueden ser producto de dudas "bebiles", más bien lo es el mismo balbucir, balbucear; no lo que dicen, que suele ser una imitación pura y simple de las cantinelas de los mayores, pues a esa edad sólo llegan a monitos de repetición. Eso sí, muy ricos.
Maria Eugènia, debe de serlo, seguro; de las pocas cosas que dan alegría a raudales. En realidad, el tema del relato gira en torno a la idea de que sólo les basta crecer un poquito para perder esa gracia y esa pureza tan maravillosa.
Rafa, yo ahora veo a mi sobrino de tres años que habla por los codos y al pobre no se le entiende la mitad de lo que dice. Eso sí, te mueres de la risa de lo gracioso que es. A mí me ha tocado el papel de tía "correctora". ;-)
Víctor, ciertamente. Ya se sabe, los años traerán consigo los engaños (y autoengaños), los pesares, la infelicidad, los disgustos, (y alguna que otra satisfación, tampoco quiero pasarme de pesimista)...
Desahogándome, ¿sólo el 50%? Yo creo que alcanzan la verdad en el 90% de los casos. ;-)
El micro quería ser una manifestación del asombro ante el hecho de que los balbuceos de un mocoso pueden cobrar mucho más sentido y valor y verdad (en tanto que manifestación de su deseo sincero por comunicarse) que algunas palabras gastadas y falseadas de ciertos mayores...
Un mega abrazo a todos
Umm ¿tú crees?
ResponderEliminarYo creo que en realidad, mucho antes de tener público, los bebés ya han ensayado a solas todo un repertorio de balbuceos y sonidos con significado propio.
Sobre eso recuerdo que en mi infancia leí un libro que me encantó, "Veva", de Carmen Kurtz. Una versión literaria y anterior ( y muy recomndebale, según recuerdo)a la peli de "mira quien habla".
salu2
Lo siento, me he trabado. Quería decir "recomendable".
ResponderEliminarMi sobrino "favorito" es el pequeño de mi ahijada. Un rubito que desde pocos meses lo mira todo y a todos intensamente; que al menor descuido se sube a las mesas de cristal a zapatear; que... más malo que nada.
ResponderEliminarYa tiene dos años y hasta ahora no había dicho nada (mi hermano mayor no dijo su primera palabra hasta los tres años: luego no paró). Su primera y única palabra es "teta".
Bueno, ETDN, seguro que sí, pero yo me refería, más bien, al momento en que el niño decide comunicarse con sus padres a través de la palabra, más allá de las sonrisas y las miradas y, por supuesto, del tacto; llegado a ese punto en que se convierte en personita gracias al uso de la palabra.
ResponderEliminarNán, no lo dudes, tu sobrino es un vitalista.
;-)
Abrazos
Mega, no me refería a las dudas "bebiles", ten por seguro que los bebes tienen menos dudas que nosotros. Me refería (maliciosamente)a las dudas que pueden surgir en los progenitores al oír eso de ma-ma-ma pa-pa-pa. ¿Cuántos papas y mamas se habrán preguntado al oír esos balbuceos si será verdad? ¿Cuántos ma-ma-ma pa-pa-pa se habrán dirigido a la persona que no lo era?
ResponderEliminarUn saludo.
Bueno, a mí mi sobrino mayor me llama "mami" en plan cariñoso (tiene 6 años) y yo, erre que erre, insistiéndole en que soy la tía... ;-)
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