Se miraron, se sonrieron, y ya no necesitaron más para caer enamorados hasta los tuétanos, es decir, "hasta lo más íntimo o profundo de la parte física o moral del hombre", según aclaración del DRAE leída por la pareja una tarde de lluvia y besos destilados a resguardo.
Si bien les bastó unas décimas de segundo para intuir el tumulto que se les venía encima, necesitaron toda una vida y parte de la eternidad para explorar los infinitos giros, saltos y recovecos que dicha pasión les tenía reservada.
De lo que descubrieron acerca de este espinoso asunto, mejor no hablar.
Una extraña pareja. ¿Recurrieron a un diccionario para confirmar su amor?
ResponderEliminarEn esto de los enamoramientos lo que se suele venir encima de los amantes desprevenidos más que un tumulto suele ser un túmulo.
Se me antoja que toda la vida y parte de la eternidad es poco tiempo para conocer la vastedad y la bastedad de la pasión.
Un vasto saludo.
"Giros, saltos y recovecos": el amor que describes tiene algo de pirueta. Y quizás sea cierto, quizás pocas experiencias en la vida originen tantas cabriolas.
ResponderEliminarJajaja, Adanero. Es que eran muy ilustrados estos amantes... Y algo raritos, para qué te voy a decir lo contrario. ;-P
ResponderEliminarUn megasaludo para ti también.
Antonio, ahora que lo dices, se me ocurre que podía haber titulado el micro: "La pirueta del amor", o "El amor y sus múltiples volteretas"... Más saludos
Vamos a ver. Para que miraran en el DRAE el vocablo 'tuétano' tuvo que haber sucedido algo como:
ResponderEliminarELLA.- Amor mío, estoy enamorada de ti hasta los tuétanos.
ÉL (sorprendido, apartándose).- ¿Hasta los tuétanos has dicho?
ELLA.- Sí, hasta los tuétanos.
ÉL.- ¿Y qué diablos quiere decir 'tuétanos'?
ELLA (un poco molesta).- Hijo, es un decir.
ÉL.- No sé, voy a consultar el diccionario.
Y tal. Luego vendrían todos los "besos destilados a resguardo" que usted quiera. Pero hemos de reconocer que era un pareja bastante 'sui géneris'. Eran capaces de lanzarse en pos de la 'Britannica' como alguno de los dos exclamara un anglicismo a la hora de esto y lo otro.
Así que no me sorprende que luego descubrieran quién sabe qué; quizá algún misterioso sinónimo de donde puede derivarse ese "espinoso asunto", tan espinoso que ni la propia autora se atreve a hablar de él.
No me extraña, conociéndoles.
Mega, tela marinera, cada vez me tengo que leer tus posts dos o tres veces para entender y comprender y hay veces que no lo consigo, es que yo soy muy básica y sencilla pero bueno, que le vamos a hacer! Estoy en ello, te lo prometo !Voy a continuar leyéndote porque disfruto con tus jeroglíficos.
ResponderEliminarun beso
Manuel, ¡exacto! Sucedió tal como lo describes. El micro pretendía ser justamente eso: una parodia del amor y de sus expresiones. A fin de cuentas, lo sustancial de este sentimiento es siempre un misterio... Un abrazo.
ResponderEliminarMaria Eugènia, a veces lo que hay que entender no está dicho, simplemente sugerido. De ahí que sea necesario leer con cuidado, entre líneas. (Yo suelo leer los relatos de los demás también un par de veces. Casi incluso más veces si es corto que largo...)
Una abraçada.
bueno...al menos, lo que sí puede decirse de esta pareja, es que en el aspecto comunicación andaban sobrados...nada de malentendidos, porque si había duda alguna ahí estaba el DRAE...
ResponderEliminarlo contrario (me ha recordado a eso...pero no es por ser pedante...jijiji)a lo que les pasaba a Sabina y Franz, dos de los personajes de la Insoportable levedad del ser, para los que las palabras significaban cosas distintas...y así les pasaba...que no se entendían...
vaya parrafada...uff...
todo para decir que me ha encantado el micro...
besos
Si, de eso mejora no hablamos.
ResponderEliminarTendríamos que recurrir demasiadas veces a da DREA
... me entristece el final...
ResponderEliminarQué bonito!
un saludo
Yo creo en lo intrigante de este micro excelente (no busco rimas, palabra) y te invito a que nos la escribas. Mejor hablar y contarlo.
ResponderEliminarGenial. Creo más en los giros, saltos y recovecos que en los flechazos. Todos prefieren hablar de los comienzos más que de las continuaciones. Con el "the End" de las pelis es donde empieza la verdadera historia, pero eso casi nadie lo cuenta.
ResponderEliminarMuy bueno. Y real como la vida misma.
bss
ETDN
Gracias, María. Aunque, con respecto a si estaban de acuerdo sobre el sentido de las palabras que ofrecía el diccionario, habría mucho de que hablar... ¿No te ha parecido, justamente, esa definición de lo más imprecisa? ;-)
ResponderEliminarIka, precisamente. Es más: yo creo que se trata de una lucha perdida, ésta de acordar el sentido de las palabras y, con ellas, el del amor.
Desahogándome, ¡no te entristezcas, hombre! Que, en realidad, se trataba de ponerle una nota de humor, de darle al asunto un remate desenfadado...
Víctor, mejor otro día, jeje.
Gracias, ETDN. Eso mismo pretendía: que fuera lo bastante real como para poder reconocernos en la situación descrita. ;-P
Un abrazo a todos