domingo, 16 de diciembre de 2007

Sísifo

Llega a casa, se descalza deprisa y empieza a desvestirse con la impaciencia de quien hace rato que desea apearse del trajín de un día complicado en la oficina. Las prendas de su traje de ejecutiva van quedando esparcidas sin orden ni concierto por las diversas habitaciones del piso. Luego, se desmaquilla frente al espejo -el rostro desencajado, el cuerpo tenso todavía-, con la misma profesionalidad con que lo haría un payaso tras la función. Cuando por fin se ha desnudado, se encamina hacia el baño y se da una ducha.

Inmediatamente después, y con el ánimo algo más recompuesto, se dirige aprisa a su cuarto para emprender de nuevo la difícil tarea de levantar, de apuntalar incluso, el desbaratado edificio de su identidad: primero se calza las zapatillas de dormir y, a continuación, se pone el pijama. Antes de acostarse, se prepara una cena frugal.

A medianoche, cuando el silencio se vea interrumpido tan sólo por los latidos de su corazón, soñará una vez más que vuela alto y lejos, como un maldito pájaro, igual de pertinaz.

8 comentarios:

  1. ¿Y sólo es ella misma en sueños, cuando vuelta alto y lejos?

    (Guapa, se te ha colado una "ll" en payaso)

    ;-)

    ResponderEliminar
  2. Me temo que sí...

    (Gracias, Scout: "i griega" reparada...)
    ;-)

    ResponderEliminar
  3. Caray Mega, es que no me das respiro últimamente. ¡Qué sensación de frustración, de soledad, de frío! Pertinaz.
    Claro que a lo mejor tu intención al escribirlo no era para nada ésa y son mis tiovivos hormonales los que me hacen estar tan blandita y ver las cosas siempre por el mismo lado o, a lo mejor, como dice Frilanser, "...esas interpretaciones a veces reflejan más los pensamientos o prejuicios del lector que del autor"
    Es más que probable; cada cual tiene que apechugar con sus propios fantasmas e intentar asumirlos.
    ¡Qué bien se te da poner nombre a los post!
    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  4. Pertinaz es una palabra muy bonita.

    Los sueños son muy importantes, fundamentales para muchas personas. Lo malo es cuando se convierten en lo único que tenemos, creo yo.

    ResponderEliminar
  5. Animalpolítico, bienvenido. A menudo nuestros problemas pasan por ahí; al no saber atenderlos.

    Freia, no eres tú. También yo me doy cuenta de que últimamente me salen unos micros algo desalentadores; la ficción tiene sus razones... ;-)

    Leg, sin duda. Totalmente de acuerdo contigo. Cuando eso ocurre, lo más probable es que ese alguien esté desesperado...

    Abrazos varios

    ResponderEliminar
  6. Sé que lo has visto en mi blog, pero quería hacerlo en persona. ¡Pasa una muy feliz navidad! Disfruta y descansa.

    Un beso y un abrazo muy gordos (de parte de mis dos yos)

    ResponderEliminar
  7. El primer párrafo me erotiza. Se ha puesto mucho en los anuncios, pero aquí es una mujer de verdad, en una csa grande en la que se pueden recorrer varias habitaciones dejando parte de la ropa en cada una. Una mujer de verdad que pasa brevemente de ir vestida de ejecutiva al desnudo. Me erotiza la casa, la mujer y el desvestimiento.

    Si trabaja para una gran empresa y le queda un alma fuerte, en algún momento tendrá que volar. Triste. Inquietante. Pero bien unido. Me encanta el adjetivo de "maldito" para "pájaro".

    ResponderEliminar

.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"