sábado, 22 de septiembre de 2007
Dudas existenciales (M)
Veinte, diecinueve, dieciocho, cuando acabara la cuenta atrás se decidiría de una vez por todas, diecisiete, dieciséis, no podía seguir así, sin saber por qué hacía las cosas, quince, catorce, trece, no iba a dejarse engañar, doce, once, tampoco arriesgaba nada. Diez, nueve, ocho, siete, sintió miedo, seis, cinco, cuatro, dudó, tres, dos, tuvo pánico. Uno, cero, se desmayó.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
¡Qué suerte! Como a un boxeador casi noqueado al que incomprensiblemente no se le doblan las piernas, le salvó la campana.
ResponderEliminarEste es tan Micro (7 líneas mal contadas) que solo lleva una M. Pero muy eficaz.
A veces no basta con tomar una decisión. Hay que esperar a que la realidad se ponga de tu parte. ;-)
ResponderEliminarCon respecto a la M de microrrelato, me parecía que a estas alturas no era necesaria ya ninguna aclaración más.
Besos
Y vuelta a empezar...
ResponderEliminarveinte, diecinueve...
En efecto, tal cual.
ResponderEliminar(¡Bienvenido, robel!)
gracias!!
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