viernes, 22 de noviembre de 2019
Misantropía
Siempre hay gente al servicio del amo cuando vienen mal dadas, partidaria de una fidelidad a la inversa, defectuosa por insania. Gente engañada. Si los de arriba se aferran, tal vez deban ellos aferrarse de buena gana, no vaya a ser que. Gente arrastrada con vocación de arrastrar consigo a los demás. Gente rencorosa y ávida de poder que entiende sólo la ley del tramposo, que es siempre la del más fuerte; gente que carece de entrañas. Gentuza sin miramientos salvo para los que piensan como ellos: gente indigna que finge una dignidad herida para mayor lucimiento de sí misma. Gente que aterra a los demás allá por donde pasa.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
Ese tipo de gente mejor ir sorteándola al paso como se pueda y, si puede ser, no chocar de frente nunca.
ResponderEliminarSaludos, Gemma.
No te falta razón, Sandra.
ResponderEliminarUn abrazo