Doscientos ochenta y ocho
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Utilizar la lengua como arma arrojadiza, no ya para integrar, según creen algunos, sino para escindir, amputar y mermar (evitando, así, todo posible contagio); al más puro estilo integrista.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
Execelentes réditos consiguen los de aquí, los de allá e incluso los de acullá, con semejantes circos (en lugar de leones, nos distraen con banderas, futbol, caspa y estupidez en todas sus infinitas variantes). ¡Cuántos no seran los que defienden con admirable tesón el castellano, el catalán y si se tercia el finlandés, alimentándose sus escasas lecturas apenas de algún diario deportivo!
ResponderEliminarTota la raó, Josep. Una abraçada ben forta
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