Es justo por ese motivo que ando empecinado en la ardua tarea de olvidar lo que nunca he sabido; en desaprenderme de todo lo que no se ni en realidad me importa. Ignorar, sin fisuras ni matices, para tal vez dar cabida a algún saber.
. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.
Es justo por ese motivo que ando empecinado en la ardua tarea de olvidar lo que nunca he sabido; en desaprenderme de todo lo que no se ni en realidad me importa. Ignorar, sin fisuras ni matices, para tal vez dar cabida a algún saber.
ResponderEliminarUn petó gran i proper.
Comparto el sentimiento, Gemma. Cuantas más cosas aprendo, mas miedos me surgen. ¡Qué feliz es la ignorancia!
ResponderEliminarUn abrazo,