Debería evitar pasarme por aquí a empaparme de tus aforismos a estas horas de la noche, Gemma, porque son como semillas que germinan y no dejan de crecer; lo que hace difícil conciliar el sueño.
Me pasa como a Pedro aunque yo te lea por la mañana, lamentablemente no tengo tiempo, todo el que quisiera, para quedarme pensando en tus palabras. Mucha miga en ellos
Impecable recorrido de los infiernos. ¡Ay de quienes no ven impostura en la ficción” ¡Ay de quienes no ven que la realidad es impostada! (¡Ay!, de quienes no siendo engañados, viven con el corazón encogido).
Gracias por vuestras palabras cariñosas, Pedro y Luisa.
Sergio, impostado es el arte siempre, aunque hay que evitar esa clase de artificio que maquilla más que muestra. Estamos de acuerdo. Besos
Agus, la segunda nos abruma, supongo, y de ahí nuestro pasmo. La primera, por el contrario, se dedica a consolarnos algo, al menos las veces en que sale bien. Un beso
Ay, ay y ay. El último, por cierto, me parece el más valiente de todos. Más besos
. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.
Debería evitar pasarme por aquí a empaparme de tus aforismos a estas horas de la noche, Gemma, porque son como semillas que germinan y no dejan de crecer; lo que hace difícil conciliar el sueño.
ResponderEliminarUn abrazo,
Me pasa como a Pedro aunque yo te lea por la mañana, lamentablemente no tengo tiempo, todo el que quisiera, para quedarme pensando en tus palabras.
ResponderEliminarMucha miga en ellos
La postura es una posdata a las dos postas; la real y la irreal.
ResponderEliminarAbrazo sin impuesto treinta y dos.
Y aún así nos dejamos seducir por la primera. La segunda supongo que la sufrimos, casi sin revelarnos, casi sin revuelo.
ResponderEliminarAbrazos.
Impecable recorrido de los infiernos. ¡Ay de quienes no ven impostura en la ficción” ¡Ay de quienes no ven que la realidad es impostada! (¡Ay!, de quienes no siendo engañados, viven con el corazón encogido).
ResponderEliminarGracias por vuestras palabras cariñosas, Pedro y Luisa.
ResponderEliminarSergio, impostado es el arte siempre, aunque hay que evitar esa clase de artificio que maquilla más que muestra. Estamos de acuerdo. Besos
Agus, la segunda nos abruma, supongo, y de ahí nuestro pasmo. La primera, por el contrario, se dedica a consolarnos algo, al menos las veces en que sale bien.
Un beso
Ay, ay y ay. El último, por cierto, me parece el más valiente de todos. Más besos