.... El pasado tiene por costumbre ronronear como un gato bien alimentado; sólo si lo encaras de frente, ruge, araña y duele como el condenado tigre que en realidad es. .. ...
... A caballo entre cierta felicidad estricta y la desgracia previsible que va licuando el tiempo, nuestra naturaleza avanza pletórica y triste, viuda alegre de cuanto fuimos, amante despechada de cuanto no seremos jamás; Extraña Anhelante. .. ..
... Hay quien disfruta con el mal: haciéndolo, cortejándolo, envaneciéndose por él, dentro de él, a través suyo. Como si el mal no fuera el bien de los más estúpidos: aquellos que lo son por vocación, por convicción, porque les da la santa gana. Como si alguna vez hubiera sido -ese mal dichoso- otra cosa distinta, de naturaleza menos engañosa de tan puro. Como si ese mal bendito, junto con todas las maldades sucedáneas que lo circundan, hubiera dejado de ser alguna maldita vez el cielo voraz de los engreídos. ... .....
. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.