Ciento diecinueve
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Hay veces en que para no traicionar al otro es preciso faltar a la verdad de uno mismo.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
Nada más cierto, Gemma. Tu aforismo me ha recordado a este otro de Bioy Casares, igualmente certero: "La vida es difícil. Para estar en paz con uno mismo hay que decir la verdad. Para estar en paz con el prójimo hay que mentir".
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Buena reflexión para pensar detenidamente. Si no he entendido mal, la lealtad puede volverse
ResponderEliminaren contra de nosotros. Abrazo.
Gracias a los dos.
ResponderEliminarAbrazos