.. En la bitácora de encontraréis una pequeña muestra de La danza de las horas, Eclipsados, Zaragoza, 2012. Ahora también en su fondo. .. Copio el enlace por si os apetece asomaros: aquí.
.... Los cielos de Berlín son así de pálidos; de un blanco borroso, como de pared viejaen un edificio de varias plantas. Incontaminados. Bastardos. De una confusión esclarecedora. Claro que todo depende de la estación en la que te encuentres. Y, por descontado, del momento del día. En ocasiones, hasta es posible ver desfilar las horas cambiantes en nubes de seda o lana atropelladamente, deshilachándose sus hebras sin rumbo; mientras los árboles escalan esos mismos cielos engañosos tan aprisa que resulta forzoso cobijarse bajo su sombra desertora; languidecer de puro deleite. ....
. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.