jueves, 10 de septiembre de 2009

Frases malabares, 18

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I.
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Causa extrañeza que, en la ciencia del derecho, se violen los derechos de la razón.
Ramon LLULL


El hombre es rico en cuanto se familiariza con la escasez.
EPICURO

Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere.
Elbert HUBBARD

La sabiduría no es otra cosa que la medida del espíritu, es decir, la que nivela al espíritu para que no se extralimite ni se estreche.
San AGUSTÍN DE HIPONA

Es tan arriesgado creerlo todo como no creer nada.
DIDEROT

Usar de venganza con el más fuerte es locura, con el igual es peligroso, y con el inferior es vileza.
Pietro METASTASIO


El cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos, los caballos.
PLATÓN

Son los inocentes y no los sabios los que resuelven las cuestiones difíciles.
Pío BAROJA
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II. Y un diálogo malabar
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-La escasez nivela el espíritu humano y, a pesar de ello, causa extrañeza no extralimitarse, que no se violen los derechos del hombre, que los inocentes resuelvan cuestiones difíciles...
-La ciencia de la razón es la medida del espíritu. Es tan arriesgado creerse rico como locura no creer en nada. Otra cosa son las riendas... Un es no es.
-El más fuerte usa del inferior con igual derecho que el amigo: son los sabios que, familiarizados en conducir carruajes, lo saben todo de ti.
-Ni es sabiduría que los pensamientos y sentimientos, peligrosos caballos el uno y el yo, digan todo cuanto quieran al hombre..., que las lolas y lolos seseen con él, con ellos, con éste.
-Para el cuerpo es vileza que se estreche la venganza.
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domingo, 30 de agosto de 2009

La hora convenida

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Tan preocupado estaba por acudir a tiempo al insidioso reclamo que, bajando primero las escaleras de dos en dos, y luego de cuatro en cuatro, se plantó en un santiamén frente a la puerta de La eternidad. En los relojes del mundo entero pasaban diez minutos de la hora convenida. Un eco vacío le devolvió, reverberados, sus lánguidos pasos.
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martes, 25 de agosto de 2009

Mi sobrino, el entomólogo

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En escena, apenas un fragmentito de cielo blanquiazul entrevisto desde la terraza. Es la hora de la siesta de un verano que emprende sus primeros pasos. El sobrino intrépido examina, concentrado, cuanto se desarrolla ahí afuera, auscultando con la cámara los sonidos procedentes del exterior. Pese a contar con la altura insuficiente de un niño de 8 años, cuenta también con el instinto indómito del artista. Nunca nadie dijo que ir en pos de vuelos escurridizos de mosca fuera tarea fácil...
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Antecedentes
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Un poco más lejos, casi de forma simultánea al transcurso de la primera escena, el entomólogo mayor es observado por la mirada rapaz del entomólogo menor, conocido allende los mares con el sobrenombre de Popi. Dirige la operación un maestro de ceremonias con alma y vocación indudables de náufrago. Si bien el primero persigue documentar con un novedoso enfoque oblicuo su trabajo de campo; el segundo persigue simplemente, como miquín que es. Se desconocen qué objetivos mueven al maestro de ceremonias.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"