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La réalité n'existe pas; pensándolo bien, casi mejor que así sea. Menuda ordinariez si no. Y, sobre todo, menuda desfachatez. (Por no hablar de la tabarra enorme y del incordio descomunal que supondría que la monstruosa realidad fuera -en realidad- esto que ahora dicen que no es.)
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* La foto es de Guillermo Méndez, y la he sacado de su bitácora FugaZes.
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La realidad no existe pero suele molestar (otra cosa muy distinta son las molestias que suelen ser suficientemente molestas como para conseguir existir: los juanetes, Dolores de Cospedal, el aliento de mi querida Mula, etc...).
ResponderEliminar¿Puedo enviarte un abrazo más beso del todo real?
Es el deseo que tenemos muchos. Que la realidad que dicen que es, se diluya en el espacio, en el tiempo, donde sea, pero que desaparezca.
ResponderEliminarBesos
Gemma, la incertidumbre convierte los relinchos del día en escenarios.
ResponderEliminarAbrazos relativos.
Yo en lo que a la realidad respecta me declaro agnóstico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Debería haber una en la que estuviéramos de acuerdo y no la de cada persona. Mi deseo es borrarme cada día cuando veo lo que veo.
ResponderEliminarAbrazos.
La realidad es el BOE, la única publicación que todo lo que incluye viene de misa.
ResponderEliminarLo de que no sepan explicarla de viva voz no significa que no la sientan como algo propio hecho para que nos resulte ajeno.
Ay, ay, ay, ay.