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¿De veras podemos sentirnos cómodos, sentarnos cómodamente a descansar? Hagan la prueba cualquier día de estos: vayan a un parque como tantos, como cientos tiene su ciudad y recorran esperanzados, sin prejuicios, todos sus bancos, cada vuelta y revuelta, sin olvidar un solo meandro. Les estoy hablando -por descontado- no de los bancos que sirven de asiento a nuestros fatigados ahorros, sino de esos otros que emplean, con despreocupación y un punto de alegría, nuestras cautas posaderas. Realicen ahora un recuento exacto. ¿Cuántos bancos libres de media han contabilizado?: ¿tres de seis?, ¿cinco de nueve? ¿Se dan cuenta?
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* La foto es de Guillermo Méndez, de su bitácora FugaZes...
Hace ya tiempo que decidí sentarme en las rodillas de los que están sentados en los parques. Admito que al principio dicha actitud generó confusión y algún que otro malentendido, pero con el tiempo he llegado a establecer relaciones sino satisfactorias, sí razonablemente desequilibradas. Prueben y verán la poquísima distancia que separa la insolencia de la costumbre, y si no me creen, adhiéranse ustedes a la incomprensible comunidad de los que ven con gusto los telediarios.
ResponderEliminarUn beso -pe tó- sin inventariar.
Los peores son algunos de última generación. Llamados... de diseño.
ResponderEliminarEn Barcelona hay una buena muestra de ellos. Estuvieron instalados, en "la Rambla del Carmel" unos bancos de diseño con premio FAT. Acabaron por cambiarlos por imposible estar sentado allí mas de un minuto.
Coneixia la foto de FugaZes (molt bona). I m'has donat la idea de fer un portafolis de fotos (encara que no tant bones:) de bancs. Els aniré penjant al meu BANC AMB VISTES.
Ja en tinc alguns de retratats en un calaix :o)
B7s
Supongo que la ocupación de los bancos está imbricada con la situación, Gemma; tanto si hablamos de la crisis como del envejecimiento poblacional.
ResponderEliminarLos bancos de los parques y plazas suelen ser pesebres estupendos de historias.
Un abrazo,
Josep, ja em perdonaràs l'esborrall, però no sé què dimonis he fet en moderar els teus comentaris (d'aquesta i de la darrera entrada).
ResponderEliminarMe encanta tu contrapropuesta consistente en sentarse en las rodillas de los desconocidos de los parques... De todas formas -no sé si he conseguido que el texto lo reflejara-, no se trataba tanto de hacer recuento de los jubilados que se sientan -con todo el derecho- en los bancos de los parques, como de contabilizar el número de desahuciados por la crisis que los ocupan cada vez en mayor medida. Més petons
Fra Miquel, tota la raó. Ara que ho comentes, passaré a veure'ls gustosament. Gràcies i una forta abraçada!
Pedro, ya lo creo. Un buen reflejo de nuestro pedazo de realidad. Basta que miremos para verla. Gracias y más abrazos
Bé, encara no n'he penjat cap. És una idea... ;o) he he
ResponderEliminarB7s
Si que lo has conseguido, Gemma. De forma retorcida intentaba reflejar la escasa distancia que separa a la impunidad e insolencia de la costumbre. Tengo la sensación de que los padres de la crisis se han sentado en nuestras doloridas rodillas.
ResponderEliminarMés pe tons.
o sea, que los desocupados ocupan cada vez más lo público. Titular para un periódico de izquierdas que no existe: "Aumenta el porcentaje de stairless".
ResponderEliminarGracias por la aclaración.
El primer de la sèrie :o)
ResponderEliminarhttp://bancambvistes.blogspot.com.es/2012/10/banc-blanc.html
B7s