Verdadera naturaleza
Cuando era niña le gustaba morderse los labios hasta provocarse llagas; las uñas hasta el límite mismo de rompérselas; los dedos hasta hacerlos sangrar.
Ahora que ya es mayor le gusta pintarse los labios para redefinirlos; las uñas para aumentarlas; los dedos, de negro tiznado, para devolverlos a su verdadera naturaleza de bruja piruja.
* Lola Valls ilustra en su blog un micro de La danza de las horas (Eclipsados, Zaragoza, 2012) y me alegra de paso el sábado y el domingo. (En realidad, la semana entera).
¡Jaja! Todos esos mordiscos y "uñazos" contenidos tenían que asomarle por algún lado, pobre Bruja Piruja... malicia de bajo voltaje.
ResponderEliminarMe gusta mucho este micro de La Danza de las horas, no sueles darte mucho al juego y no sé por qué, la verdad es que lo bordas.
Abrazos
A mí me parece un microrrelato reivindicativo. Pintarse los dedos de negro para mostrar su naturaleza de bruja, para dejar sus señas de identidad que la hace única, diferente, irrepetible, en este mundo de clones.
ResponderEliminarAbrazos brujeriles.
Una imagen fantástica para acompañar a un micro formidable, Gemma.
ResponderEliminarTal como dice Lola, destaca la carga de reivindicación de este relato, la intención de mostrarse, de deshacerse de sus cargas.
Un abrazo,
Todos tus micros me enriquecen, me dejan en la duda. Dejas huecos a rellenar.
ResponderEliminarY sin embargo, este salto desde la niña que se autolesiona a la depredadora que lesiona, aunque me parece sorprendente, a la tercera lectura lo veo como el agua.
Buena, y también de pensarla dos veces, ilustración.
Esa bruja piruja sin duda apuntaba maneras desde su más tierna edad.
ResponderEliminarMuy bueno, Gemma, muy bueno.
De ese flagelo difuso al rompe y rasga airoso y contundente, entreveo una distancia parecida a la que hay entre aquel sitio, más o menos lejano, en el que nos mintieron y nos mentimos, a ese otro en el que decidimos ser dueños y señores de nuestras propias mentiras.
ResponderEliminarTus textos, como de costumbre, un hermoso acicate.
Pe tons encabits a la primera nevada d'aquest hivern.
Gemma, me gustan las brujas pirujas y escaldufas. El dibujo, como el texto tiene una doble naturaleza.
ResponderEliminarAbrazo hechicero.
(A la tercera va la vencida)
ResponderEliminarSusana, la verdad es que me parece de lo más difícil, pero, aun así, después de tu comentario, creo que voy a atreverme un poco más, a ver qué sale... Una abraçada
Lola, algo de eso hay, así es; me agrada mucho cuando descubrís con fineza lo que me traía entre manos. Un abrazo reivindicado
Pedro, suerte tienes de poder revivirlo. Yo lo hago también por medio de mis dos sobrinos. Un fuerte abrazo
Nano, a mí (en cambio) me enriquecen (siempre) tus palabras. Gracias mil (y hasta dos mil). Besos
Araceli, jaja, ¿cómo te las arreglas para apuntar y acertar de lleno? Por cierto, cuenta con que nos sumemos a esa cita croquetera mis dos sobrinos (finos catadores en tan ardua materia) y una servidora, ya sean con gluten o sin él, que tampoco les vamos a hacer ascos por eso... Un besote
Josep, ja us neva per allà dalt? Pues sí que son tempranas estas nieves. ¡Gracias! Te confieso que este es uno de mis micros preferidos, aunque esté mal que yo lo diga. Un beso
y Sergio, Lola tiene un pulso inconfundible. A mí también me lo parece. Felicidades por tercera vez, jeje
Me encanta la imagen y aún más ese pintarse las uñas de negro, es un gesto pequeño, pero importante.
ResponderEliminarBesitos