Cada vez que la esperanza se abre camino, una estela
de rencor irrumpe dispuesta a cortarle el paso.
...
"La burla de los disfraces"
...
Esta mañana un
grupo de indignados anti-sistema, armados con pañuelos, botellas de plástico y
dos o tres proclamas afiladas, ha irrumpido con absoluta impunidad en casa de
un banquero sin mácula pero con monóculo, para sacarlo en volandas de la cama y
depositarlo en el jardín. Los indignados anti-sistema, etc., han optado
por la solución simbólica de desalojar a un banquero inmaculado por cada
desahucio monoculado que se cometa en adelante. Policía de todo tipo, tanto la
reconocible como la igualmente reconocible, se ha personado en la mansión que
acaso sea castillo embrujado, logrando reducir al grupo de
indignados anti-sistema, etc. Afirma haber sufrido trescientas bajas y
media...
No dejemos nunca que el rencor irrumpa de manera violenta.
ResponderEliminarHay mil y una maneras posibles de llegar a la esperanza.
Besos, Mega-
Genial, MegaMaga.
ResponderEliminarComparto tu propuesta, y el sustrato de la risa que la acompaña. Habría que reirse en la cara "monoculada" de los banqueros y de los secuaces de banqueros, la de los portavoces de banqueros y la de los portapapaleles de banqueros, e incluso en la de los primos hermanos de banqueros, etc... (no me refiero a los empleados de banca, que conste...)hasta que la inmensa risa los dejase en puritas pelotas conceptuales.
ResponderEliminarUn pe tó de plaza pública, acampado.
Que lo saquen de la cama descalzo, sin botines (el botín nos lo robas en la hipoteca y parece que lo llevan a Suiza).
ResponderEliminarMagnífico, querida. Me ha gustado. Besos.
ResponderEliminarSalud y República
Me ha gustado el juego de máculas y monóculos y la ironía general que respira el texto, entre simetrías varias. Muy original.
ResponderEliminarEn cuanto al contenido, me parece bien este ejemplo monocular. Creo, como los antiguos maestros, que un buen pescozón a tiempo sirve para advertir a toda la clase; metafórica (y políticamente incorrecta) -mente hablando.
Un desalojo de banquero por cada desalojo por incumplimiento en el pago de hipoteca. No parece mala idea.
ResponderEliminarMagnífica frase y representación de cómo el rencor puede convertir en rojo el verde esperanza.
ResponderEliminarMe encanta la ironía del segundo.
Un fuerte abrazo.
Qué vergüenza de garañones, tratar así a un pobre monoculado y sin mácula, como si fuera un patán, o del dinero un crápula. Hasta dónde hemos llegado, y todo por un miserable desalojadillo de nada...
ResponderEliminarEva-Zarzamora, me gusta el giro que le das. Ahora se dedican a sembrar todo el miedo de que son capaces. Lo de siempre... Sin querer darse cuenta de que la gente ya no tiene nada que perder! Besos
ResponderEliminarFreia querida, muchas gracias.
Josep, desde luego, llevas razón. Habría que recordar la situación a cada uno de sus responsables, para que al menos no se hicieran los suecos, o se dedicaran a despistar como hacen, con esa desfachatez que exhiben. Una acampada de besos de vuelta
María Jesús, me parece bien. Así podrá gozar del contacto con la hierba sin filtros que se lo impidan.
Rafa, ya sabía yo... :-)
Un beso con mucho SOL
Susana, han querido confundirlo todo tanto, que ya solo queda el recurso de liarla algo más... Tal vez así vuelvan las cosas a su verdadero sitio, recuperando su verdadera dimensión. Una abraçada
Araceli, habrá que abrir un grupo en Facebook para que descubran, al menos, con cuántos simpatizantes cuentan...
Isabel, me encanta que te encante.
Como siempre, encantadora.
Besos
Alberto, así estamos. Con la realidad "trocada", que diría nuestro don Quijote.
No hay banqueros suficientes para calmar los nervios desalojados. Pero el cuento es de una violencia deliciosa, y uno puede contar cuentos hasta el infinito y más allá;-)
ResponderEliminarKisses, sister. Y enhorabuena.
¡Muy bueno, Gemma!
ResponderEliminarDardo eres.
Olga, jajaja. Es muy buena tu proclama. Muchos kisses, sister.
ResponderEliminarLara, qué bueno que te guste. Un abrazo!
Gemma, me gustaría dejar un anti-comentario pero mi master card,
ResponderEliminartiene problemas de liquidez.
La desobediencia civil es una de las más afortunadas formas de violentar los sistemas.
Tu ironía es una forma afilada, provoca cuantiosas bajas a la indolencia.
Un abrazo a crédito.
Sergio Astorga
Me gusta el hiperbreve-frase-proclama (lo veo en una pancarta perfectamente...) y el segundo texto, con esa ironía y humor que muestran al nivel de absurdo que hemos/han/nos han hecho llegar.
ResponderEliminarUn abrazo solidario
Propongo que miren al banquero muy serios muy serios muy serios muy serios muy serios muy serios muy serios hasta que el banquero comprenda lo que tiene que comprender.
ResponderEliminarAbrazos desde el torrente que no cesa,
PABLO GONZ
Sergio, reducir al absurdo me parece el único recurso que nos queda cuando el sentido de las cosas se ha pervertido tanto. Un abrazo 100
ResponderEliminarRosana, el sistema político y económico se ha sentido tan seguro de cuáles eran sus poderes: enriquecerse sin impedimentos, ni nadie que les tosiera, que ahora ven con asombro y hasta con cierta incredulidad todo esto. Un abrazo fuerte
Pablo, jaja, y aun así está por ver si entiende si entiende si está dispuesto a entender. Un beso
No caerá esa breva.
ResponderEliminarUn beso, Gemma.
No caerá -cierto- pero tampoco nosotros pensamos bajarnos de este burro...
ResponderEliminarOtro beso para ti