lunes, 27 de junio de 2011

Uniformes




¿Podrán unos pies extraños rematar mi sombra informe, uniformarla?


..Oh, tú, sombra informe que informas y afirmas en tu uniforme.
..

15 comentarios:

  1. Hermoso, Gemma, como siempre. Me recuerda a un texto de Pérez Estrada que dice "El pulcro procura que su sombra no se arrastre excesivamente, que no se ensucie y que nadie la pise". Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Segunda versión, a escoger, como siempre:
    "¿Alcanzarán unos pies extraños a rematar mi sombra informe, hasta uniformarla?"
    Sea como fuere, ambas guardarían el mismo sentido.

    No sabes cómo me agrada, estimado Javier, que saques a colación a Rafael Pérez Estrada.
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  3. Creo que la economía de tus palabras no coincide con la amplitud del punto de fuga que deslizas. Genial y precioso, como dice Javier.

    Abrazos,

    ResponderEliminar
  4. La sombra es un elemento tan lírico, que funciona casi siempre. A mí me ha recordado a un cuento de Jalil Jibrán. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Agus, en este caso la sombra formaría parte del personaje en mayor medida que sus mismos pies, y de ahí la sensación resultante de extrañamiento. También cabría leer esos pies como ajenos, de donde la propia sombra resultaría amenazada... Esta última lectura coincidiría, creo, con la de Javier. Celebro que te guste. Un beso

    Manu, estupendo este Jalil Jibrán, al que no conocía. Un abrazo fuerte

    ResponderEliminar
  6. Siempre seguirían siendo tus pies.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. No podrían Gemma, no. Si te sobra o falta un trozo no uniformarás tu sombra hasta que lo recuperes, lo sabías ¿verdad? Puedes aprovechar los pies extraños para hacer sombras chinescas o puedes pedirle al dueño legítimo que baile contigo mientras te recuperas ;-)
    Precioso Gemma, tanto en tan poquito.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Lo extraño nos pertenece, Verdial. Estamos de acuerdo. Lo que ya no tengo tan claro es que esos pies del texto sean los míos, en lugar de los de mi personaje. Por decirte, ni siquiera sé si siguen siendo míos esos pies que aparecen en la foto... Mía, claro. :-))

    Rocío, ay, madre. ¿Cómo no van a poder unos pies extraños, aunque muy suyos, uniformizar lo informe si ellos mismos comparten esa uniformidad, como bien indica el título? (Ji) Así que según tú a la sombra le faltaría un trozo... Podría ser... Aunque tal vez a esos pies les falte solo que la sombra los adopte como suyos para poder ponerse a bailar... Y hasta dar alguna zapateta :-D
    Besos

    ResponderEliminar
  9. Me gusta el hiperbreve por la cantidad de vías de escape que deja abiertas a la interpretación. Pero además me encanta la etiqueta "qué se yo" que lo complementa perfectamente.

    Me imagino a tú/mí/esa sombra con un encogimiento de hombros de perplejidad...

    Un abrazo muy qué se yo

    ResponderEliminar
  10. Celebro que te lo parezca. El texto pretendía ser por lo menos tan escurridizo como sombra sin zapatos.
    :-))

    Un abrazo, Rosana
    (Esa etiqueta me ha sacado de más de un apuro...)

    ResponderEliminar
  11. Conozco una sombra sólo sombra que le encantaría andar un rato contigo, Gemma, para leerte, paso a paso, con el debido silencio.

    Te aviso si la convenzo.

    Un petó lluminós.

    ResponderEliminar
  12. Darle forma a una sombra y uniformar al poseedor de la sombra a través de esos pies que producen extrañamiento...¡Uf!, creo que me metí en un bucle.
    Me gustó, simplemente me gustó.

    Besos con buena sombra.

    ResponderEliminar
  13. Josep, si no se deja convencer motu propio, la puedes persuadir con una linterna... :-)))
    En plena oscuridad ya sabes que las sombras se crecen...
    Petons

    Lola, por un instante quise creer que esos pies no eran míos, sino de la sombra que mi persona proyectaba hasta cobrar forma de personaje... Lo que vendría a zanjar este galimatías... :-)
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. Extraño... Muy extraño. No sé si decantarme por la alienación, o por el deseo de bailar un tango.

    ResponderEliminar
  15. Alberto, jaja. Mejor lo del tango. Digo yo. Abrazos

    ResponderEliminar

.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"