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Duerme la piedra el sueño de los justos. Nadie la molesta ni importuna. Olvidada de todos, atesora el silencio y la plenitud de lo secreto inhabitado. A veces, el misterio del mundo parece asomar por sus ojos. Pero ese mundo ruidoso y ajeno la desazona tanto que ha decidido sumirse en el letargo de un sueño. Habitar en libertad como hacen los niños.
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Precioso texto. Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo
L.
cuanta vida en esta piedra inerte...ella olvidada de todos y menos mal...segutro que algún tipejo acudiría a hacerle una pintada e inoportunar su sueño de ensueños...
ResponderEliminarun beso!
Ay Gemma, qué bonito! Dan ganas de ser piedra para que no te molesten y para que te dediquen textos hermosos como el tuyo. Tengo un brevísimo poema dedicado a la piedra que tal vez me anime a buscar.
ResponderEliminarNo sé por qué Gemma tu piedra me recordó la Memoria, tal vez porque la encadenaste con "los justos".
ResponderEliminarY sí, no hay nada mejor que alejarse del mundanal ruído y perderse en el ensueño de los sueños, o bajo las pocas ataduras y la despreocupación que nos confería la infancia.
Bello post, como siempre.
Besos.
La dulzura y suavidad de la piedra, hermoso oxímoron, Gemma.
ResponderEliminarBonito y dulce micro;intuyo que algo ha ocurrido y esas piedras se han convertido en el refugio de alguien.Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminar¡Ay si las piedras hablaran!
ResponderEliminar¿O eran las paredes?
Un abrazo.
Se me coló ese cursi del cruasán. Que conste.
ResponderEliminarBellísimo,Gemma.El mundo que la desazona me pudo. Qué envidia de esa piedra.
ResponderEliminarMuchos besos.
Abol, gracias. Siempre es un placer que te agrade. Un abrazo
ResponderEliminarMaría, es muy posible. ¿Ya averiguaste de qué escultura yacente se trata? Una pista: se encuentra muy cerca de la estación del U-Bahn Kottbusser Tor... Beso
Araceli, me encantaría leerlo. Anda, anímate. ;-) Un beso
Eva, gracias. La escultura se encuentra en una calle principal del barrio de Kreuzberg, llena de barullo y de gente. Sorprendía, por contraste, encontrarla, tan larga como era, olvidada de todos. Un abrazo
Antonio, siempre tengo alguna cerca. De ellas me gusta sobre todo que atesoren el mundo, sean sabias y discretas. ;-) Un beso
Bambú, la piedra como refugio. Bonita imagen. Otro para ti
Croissant, eran las paredes, ya lo sabe usted. Las piedras son más silenciosas. Incluso las paredes de piedra lo son. Un abrazo
Adanero, tomo nota. Otro abrazo para ti
Sí que dan ganas de ser piedra, como dice Araceli, o de volverse de piedra de vez en cuando. Quizá es la única forma de libertad. No sé.
ResponderEliminarPrecioso el texto.
Un beso, Gemma.
Izaskun, tu comentario se me coló justo cuando contestaba. Al final, coincido contigo, va a resultar que la misión del mundo es desazonarnos todo lo posible...
ResponderEliminar;-P Besazo
Olga, no sé si la quietud en que parece vivir la piedra (jamás pude verlas como seres inertes) es señal de libertad o de sabiduría, pero en cualquier caso a mí siempre me han transmitido sosiego. ¡Con lo difícil que resulta! Besos
mmmm....pues estaba equivocada...pensaba que eran una esculturas que hay junto a la parada de metro de Schlessises Tor (pero esas son blancas, creo!)
ResponderEliminarpero no andaba desencaminada, eh!
besito!
Pues ahora me has hecho dudar... A lo mejor tienes razón y son de Schlesisches... :-T
ResponderEliminarPrecioso texto, como muy bien te han dicho...Leyéndolo recorde un poema de León Felipe(piedra pequeña, como tú...) y pensé que esa aparente insensibilidad de la piedra no es sino un corazón coraza, una forma de estar, muy dignamente, en este mundo.Un abrazo guapa, que da gusto leerte, la verdad
ResponderEliminarAl leer el texto he tenido la sensación de que hablas de la esencia de una obra de arte.Este tipo de sentimientos algo inconcretos no son fáciles de describir.Felicidades.
ResponderEliminarMega, la pesadez de la forma y la suavidad de los redondeados contornos parece que el silencio se resguarda en ella. Sabe a infancia, a libertad contenida.
ResponderEliminarTu mirada es grave y sutil, habita en este texto.
Un abrazo en pedrería.
Sergio Astorga
Profundo... Encierra misteriosas sensaciones carentes en el mundo de los vivos.
ResponderEliminarAbrazo
Marisa, toda la naturaleza, piedras incluidas, nos da un ejemplo de vida, qué duda cabe. Basta pensar en los ríos, las montañas, los pozos, los abismos, las nubes... Un beso
ResponderEliminarSigma, desvelar misterios podría ser una bonita definición del arte, desde luego. Me gustó tu lectura. Un abrazo grande
Sergio, deberíamos de acostumbrar más a menudo nuestra mirada al destello. La mayoría de las veces basta con detenerse un poco para verlo (y reconocerlo). Un abrazo
Fabiana, celebro que lo veas así. La quietud, lo misterioso, la belleza..., constituyen pequeñas señales que nos avisan de sentidos secretos. Un beso