sábado, 14 de marzo de 2009

Frases malabares para Manuel

...
Para mi querido Manuel
..
I.
...
Quienes buscan la verdad merecen el castigo de encontrarla.
Santiago RUSIÑOL

La belleza es una carta de recomendación que nos gana de antemano los corazones.
Arthur SCHOPENHAUER

La memoria se acrecienta usando y aprovechándose de ella.
Juan Luis VIVES

Procura no emplear el tesoro de tu vida en odiar ni en temer.
Henri Beyle STENDHAL

La voluntad es la piedra filosofal buscada por la alquimia.
Constancio C. VIGIL

En cuanto a la adversidad, dificilmente la soportarías si no tuvieras un amigo que sufriese por ti más que tú mismo.
Marco Tulio CICERÓN
...
II. Y un poema malabar...
...

La verdad
-----la voluntad
-----------la belleza
es buscada por la adversidad

Aprovechándose de ella, usándola,
los corazones procuran
una carta de recomendación,
no emplear la alquimia
en odiar ni en temer.
..
En cuanto a ti,
la memoria se nos acrecienta,
-busca el castigo de la piedra filosofal-
..
..
difícilmente la soportarías
si no tuvieras un amigo
que sufriese más que
tú mismo

..
y es que gana
encontrarla
por
quienes merecen
de antemano
el tesoro de tu vida.
.....

jueves, 12 de marzo de 2009

Mascarada

......
Iba a empezar a afeitarse cuando, de repente, le ha dado un mareo. A punto ha estado de golpearse la cabeza contra el espejo, pero se ha incorporado a tiempo -siempre tuvo buenos reflejos-, aunque ahora sospecha que ese señor con cara de muerto se parece demasiado a él. 
..
Si por azar alguien se detuviera frente a su máscara y observara con ojos de forense el estado de ese hombre, llegaría a la conclusión feliz, valga la paradoja, de que no fue feliz en absoluto, valga la redundancia. Es más: podría sospechar con fundamento, a salvo de que la Susodicha protestara incluso con una mueca de espanto, que él solo fue el responsable único de sus desaciertos. Fíjense bien, si no. ¿Podría decirme alguien a qué viene esa caída de ojos, ese mirar vago, de náufrago perdido? Y esa rigidez, ¿acaso no define la actitud propia de un hombre desdeñoso, altivo incluso? La expresión misma de su cara, ¿no creen ustedes que está gritándole al mundo su desacuerdo, su profundo fastidio por tener que decir, de repetir sin ninguna gana, que llevaba muerto la vida entera? Obsérvenle, vamos, no sean tímidos.
...
Sean honestos y convendrán conmigo en que ya estaba acabado desde hacía meses, acaso desde hacía más tiempo: probablemente, desde antes del nacimiento de sus hijos, o quizá mucho antes de obtener aquel empleo, o por qué no decirlo de una vez, desde el mismo principio, de cuando no había modo humano de saber -o intuir siquiera- que terminaría muerto frente a un espejo cuyo reflejo discrepa incluso de su máscara mortuoria.
..

lunes, 9 de marzo de 2009

Con los ojos vendados

......
Entonces, la joven señora se dirigió con estas palabras al caballero más muchacho:
-Si aspiráis de veras a conseguir mi beneplácito, deberéis primero ascender a lo más alto de la torre con los ojos vendados, y una vez arriba permanecer encerrado un lustro entero, sin que a ninguna de las damas de mi séquito le llegue un lamento vuestro ni una queja siquiera, comiendo con la frugalidad de los pájaros, y alimentando vuestro espíritu de hombre cabal a fuerza de penalidades. Sólo entonces me hallaréis en condiciones de aceptaros.
-¿Por qué, mi señora, resulta tan difícil ser digno de vuestro favor?
-Allí, en lo alto de la torre, no sólo tendréis tiempo de aprender cuán engañoso es el amor, por tanta dulzura como atesora, sino que también descubriréis la luenga aridez de la vida y sus tropiezos, cuyos embates, siempre molestos, únicamente los espíritus más nobles son capaces de sortear.
-Como vuecencia gustéis.
Y mientras se alejaba dándole apenas su bendición, oyó el muchacho que la princesa le decía a su doncella de confianza:
-Si no tuviera todavía un pie en la infancia y el corazón lleno de miel, os aseguro que no habría podido mostrarme tan severa.
...
.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"