Dionisia García, El hilo de la cometa. Antología esencial (1987-2011), Libros al
Albur, Sevilla, 2019. Selección y prólogo de Carmen Canet.
Para vivir bien, dejarse llevar
En
este libro se recogen noventa años de vida y casi veinticinco de cultivo del aforismo.
La editora del volumen se plantea un recorrido por una existencia que deja tras
de sí varios libros de poemas, relatos, ensayos y crítica literaria. Y espiga una
selección entre los más de dos mil aforismos procedentes de las tres obras que
Dionisia García le ha dedicado al género: Ideario
de otoño (1987), Voces detenidas (2004)
y El caracol dorado (2011), cuyas
piezas, al decir de Canet, «elevan lo cotidiano y elemental» hasta convertirlo
en categoría.
Pero también hallamos una
mirada serena sobre las cosas y las realidades del hombre que han sido tamizadas
por el tiempo; acaso el hilo de la cometa «que me recuerda lo que quise haber
sido», ¿un ser libre como el viento?, según apunta la autora en la cita que
precede al prólogo, donde se precisa que se trata de un hilo conductor humano, hecho
de memoria y existencia. No en balde, entre sus piezas brilla esta declaración
de intenciones: «Inventemos cómo ser libres. Nunca es tarde»; junto a otros aforismos
como: «La suerte del agua es escapar» o «Si nos acostumbrásemos a lo efímero,
viviríamos más desentendidos».
Ordenado conforme a la
cronología de su obra, el lector tiene, pues, a su alcance un puñado
representativo del decir y del sentir fieramente humano de esta autora que ha
recogido su poesía en editoriales prestigiosas como Tusquets o Renacimiento. De
las tres secciones del libro que se corresponden con cada una de las obras
señaladas, la primera es la más extensa del conjunto, y en ella encontramos
aforismos como los siguientes: «Olvidados de nosotros, podríamos alcanzar
mayores libertades», «El cautiverio, ni para los pájaros» o «El poeta no porta
luces, las enciende». Y, sin embargo, más allá de este canto sostenido a la
libertad, la autora se apresta a matizar sus certezas asumiendo nuestra condición
de seres contradictorios: «El humano no es más libre cuando menos
condicionantes soporta, sino cuando los asume».
Aparte de su
preocupación por mostrar un posible camino hacia una vida plena, Dionisia
García reflexiona acerca de la creación y el arte: «Escribir bien no consiste
en decir, sino en llevarlo a cabo de la mejor manera». Y aun antes, afirma: «El
silencio cumple misiones tan importantes como las palabras». De hecho, la
segunda sección, que procede de Voces
detenidas, se inicia con una especie de poética: «Pensar no es creerse
cierto sino estar capacitado para perseguir certezas». Toda esta parte vendría a
ser una indagación en los rescoldos de la memoria y en el maltrato del tiempo. Y
a pesar de ello, a veces sus aforismos están recorridos por una franca ironía.
Como cuando nos dice, a propósito de su dedicación al género : «En postura
horizontal surgen más aforismos, señal de que son vagos»; o al zanjar: «No nos
engañemos, el mejor recorrido es el mental».
En suma, esta selección
parece brotar del manantial de la experiencia y de la lucidez de una autora que
se vale del recurso a la llaneza para transmitir verdades arrebatadas:
«Escribir es como amar, si más entrega, más beneficios (salvemos las
excepciones)». E incluso: «Amemos el silencio, y algo se oirá», tal vez mi
aforismo favorito. En las piezas de la última sección, El caracol dorado, podría estar cerrando un viaje vital, con lo que
ello pueda suponer de despedida del mundo. Ojalá no sea así y pueda seguir
proporcionándonos muchos más textos como estos. Así, señala: «Qué afán de
decirlo todo en la escritura…».
Deseo destacar, por
último, que el presente volumen es una iniciativa de Apeadero de Aforistas,
quien, en la semana del Aforismo de Sevilla celebrada entre marzo y abril
pasado, entregó a Dionisia García el Premio Honorífico a toda una vida dedicada
a las letras. No en vano, Carmen Canet, la responsable de la edición, certifica
que nuestra autora ha sido la primera mujer aforista española, la más
significativa y reconocida en el siglo XX.
* Esta reseña ha sido publicada en el número 429 correspondiente al mes de septiembre del 2019 de la revista literaria Quimera.