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sábado, 6 de noviembre de 2010

Espejismo a la arena



Cuento de arena

Un día la ciudad desapareció. De cara al desierto y con los pies hundidos en la arena, todos comprendieron que durante treinta largos años habían estado viviendo en un espejismo.

Jairo Aníbal Niño, “Cuento de arena”, (Toda la vida, Carlos Valencia Editores, Bogotá, 1979), en Henry González, ed., La minificción en Colombia, Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá, 2002, p. 60.

...
Espejismo a la arena

Y un día desaparecieron todos los pies durante treinta largos años, hundidos en la arena, con el desierto de cara. Habían comprendido que estaban viviendo en una ciudad de cuento.

* La foto fantasmal de Valladolid es de Angel G Adanero.


domingo, 3 de octubre de 2010

No lo sabemos

...

NOS TOCA QUERERNOS SIN LA PIEL

Ahora que mi olor ya no te duele

y que no sangras reproches,

la culpa me suelta el cabello.

A las heridas, lo sabemos,

las maquillará el tiempo.

Bien se puede decir

que nos hemos sobrevivido.

Al fin y al cabo

nunca tuvimos mapa.

ARACELI ESTEVES

..

..

Y un contrapoema...


NO

LO

SABEMOS

Nu

nca tuvimos

que

maquillarnos

el

olor

.

Mi tiempo

sangraba

cabellos y

heridas,

reproches

al fin

y al cabo; ahora,

ella

,

la

piel que

nos

soltamos

sin

culpa, ya

no

te-me-le

duele.

Podría decirse

que nos

toca querernos... Bien.

Hemos sobreviv

ido

a los

m

apas.

* El poema, inédito, pertenece a Araceli Esteves, de El pasado que me espera. La foto es de Cándido Del Puente, y forma parte de una serie que se titula "Juguetes abandonados".

..

domingo, 19 de septiembre de 2010

Un poema de ruina

Ruina de estrofas

Esta noche, como tantas, hice en sueños un poema.
Y, como tantas también, sólo me quedó al despertar
una ruina de estrofas, de palabras. De esta ruina, trozo en clave,
estos versos como entrañas vivas, me persiguen:
"¿Y, cómo, si eres la constelación final, te has duplicado?".

Juan Ramón Jiménez, Cuentos largos y otras prosas narrativas breves,
ed. de Teresa Gómez Trueba, Menoscuarto, Palencia, 2008, p. 152.


Hice en sueños esta ruina de palabras:
un poema como tantos;
un despertar en clave de versos;

si me quedan como entrañas vivas,
de noche me persiguen sus trozos.


También eres, al final,
como esta estrofa sola;
como estos duplicados de estrofas
y constelaciones.

Y tanta ruina me arruina.


domingo, 29 de agosto de 2010

Cae una gota

..
El mar
Salgo a la calle llovida. Una gota –quizá la única que quede en el aire- cae en mis lentes, me empaña la vista y me dice:
-Soy el mar.

Enrique Anderson Imbert, La sandía y otros cuentos,
Editorial Galerna, Buenos Aires, 1969, p. 127.

...
Y el aire –quizá el mar- empaña la única vista que me ; queda la llovida en mis lentes.
-Sal al mar, me dicen.

Cae una gota en la calle.

.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"