domingo, 19 de mayo de 2013

J'ai trois pièces traduites en français!

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El ojo de cristal

        Aquel ojo de cristal tenía la transparencia y el brillo de una mirada límpida y sin dobleces, diáfana de puro fulgor. Tanto era así que él la seguía amando, única y exclusivamente, en virtud de aquel ojo falso de perlas nacarado, y no del otro sano y verdadero que le quedaba, auténtico, sí, pero absolutamente vulgar.


Verdadera naturaleza

        Cuando era niña le gustaba morderse los labios hasta provocarse llagas; las uñas hasta el límite mismo de rompérselas; los dedos hasta hacerlos sangrar.
Ahora que ya es mayor le gusta pintarse los labios para redefinirlos; las uñas para aumentarlas; los dedos, de negro tiznado, para devolverlos a su verdadera naturaleza de bruja piruja.


Juegos de niños

        Aquel personaje salió de la página para tomar un poco de aire fresco. Al principio, nadie lo echó de menos, tan secundario era el pobre, pero a partir del tercer día la niña de ojos vivaces empezó a buscarlo con insistencia.
Transcurrida la primera semana, la pequeña iba levantando con sus dedines todas las alfombras, no fuera que se le hubiera caído como por descuido, el rostro bañado en lágrimas.
-¿Pero qué buscas, tesoro? -le preguntaba su madre.
-Un tete. Falta un tete -respondía, compungida, mientras el dedito señalaba el cuento de tapas duras.
Al personaje, que por entonces se hallaba extasiado ante el descubrimiento de una realidad tan fuera de lo común, fantástica a decir verdad, aquel súbito desvelo de la niña le había conmovido de tal modo, que tras vacilar unos instantes decidió regresar a su antiguo libro en calidad de huésped. Sin duda quería complacerla.
A la niña, le bastó verificar que, de un salto, se había metido en el cuento, para arrancar de cuajo aquella página, temblorosa aún tras sumergirse en ella el visitante. Con sus manitas rechonchas, estrujó la hoja sin contemplaciones, arrojándola poco después a la basura, hecha una pelota.


* Hasta la fecha, han traducido, entre otros, a Susana Camps Perarnau, Rosana Alonso, Jesus Esnaola, Ana Vidal, Manu Espada o Lola Sanabria García. ¡Felicidades a todos! Y gracias, en particular, a Félix Terrones por su mediación. La traducción es obra de Caroline Lepage. Los tres microrrelatos aparecen recogidos en La danza de las horas, Eclipsados, Zaragoza, 2012.
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7 comentarios:

  1. Reitero mi enhorabuena, ahora al cubo por los excelentes micros traducidos. El de Juegos de niños, es lo más tierno y cruel que he leído últimamente.

    Abrazos dobles.

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  2. Me alegro mucho por vosotros.
    Son tres relatos encantadores, los tuyos.

    Un fuerte abrazo

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  3. ¡Enhorabuena, Gemma! Tres micros estupendos que merecen toda la difusión que la traducción pueda darles.

    Me alegra que al otro lado de las montañas tengan la oportunidad de ver cómo huele el caldo del género que se cuece por aquí.

    Un abrazo. Brindo por tu alegría.

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  4. Enhorabuena por esa traducción al francés. Los tres son magníficos, aunque me ha conmovido especialmente el de la niña. Besazos.

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  5. Muchas gracias a todos por pasaros. Pedro, enhorabuena a ti también. Acabo de ver la publicación de tus piezas. Un fuerte abrazo!

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  6. Las traducciones son muy buenas.

    Solo el tercero no lo había leído en el blog, solo en "La danza de las horas".

    Recuerdo que al terminarlo, interrumpí un rato la lectura, porque me sentí "tocado" (algunas experiencias propias debieron resonar) por la crueldad superficial de la niña y el autosacrificio del "tete".

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  7. He pensado durante el paseo que me equivoqué. La "crueldad superficial" es algo de adultos. La de un niño es una crueldad inocente, por eso nos hiere especialmente.

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"