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La luz se emborrona para dar paso a lo real. Fugaz y leve se abre camino al fin, entre brumas matutinas, la turbiedad esplendente del dudoso día.
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La luz se emborrona para dar paso a lo real. Fugaz y leve se abre camino al fin, entre brumas matutinas, el turbio, esplendente, dudoso día.
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Y un microrrelato
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"Gaza"
La luz se emborrona para dar paso a lo real. Fugaz y leve se abre camino al fin, entre brumas matutinas, el turbio, esplendente, dudoso día.
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"...Se emborrona para dar paso a lo real.
ResponderEliminarTurbiedad esplendente.
Dudoso día"
Hermosísimas contradicciones. Como la leve realidad, supongo.
Según lo leía me ha venido a la memoria un pasaje muy especial de La Canción de la Tierra (Das lied von der Erde) de don Gustavo.
Quizá no sea muy buena la sinestesia, pero tu imagen y tu texto, tan tuyos, la han hecho surgir de inmediato.
Un beso leve y nada dudoso.
Qué belleza
ResponderEliminarPodría verlo incluso sin foto. Muy bello. ¡Qué importancia le das al vocabulario! ¡Cómo te gusta rescatar palabras del olvido o la ignorancia! ¡Felicidades!. Un día dudoso e indeciso, a punto de elegir... o no.
ResponderEliminarMe gusta más la segundad versión, siendo ambas muy hermosas. Creo que me chirría un poco turbiedad, jugando con las palabras turbiedad podría ser edad de quien se le pasan muy rápido los años, perdón por la tontería.
ResponderEliminarUn abrazo Gemma
Hola Gemma:
ResponderEliminarHay algo de pulso dialéctico en este poemaprosa o prosapoema (si entendemos dialéctica como la simultaneidad de los contrarios en la contradicción, Hegel dixit)
Lo real emborrona la luz pero ninguna de esas dos constantes dejan de ser, ninguno de esos dos términos muere en su contrario.
El día pasa a ser, entonces, lo que contiene tanto lo turbio como lo esplendente. La conclusión, como no podía ser otra: la duda que embarga al día.
Sin duda la forma ayuda: si el poema se debe, mutatis mutandi, a la luz y la prosa a lo real, no debe extrañarnos la tensión o la convivencia de las dos formas.
Y después de esto, creo que es ocioso decir que me gustó.
nos leemos,
salut,
hugo
eres la gran jugadora
ResponderEliminarnadie te gana en este poker
el agujero de luz de la foto no tiene palabras dentro
y tú se las pones
y no sólo los derivados semánticos, sino una coma partiendo en dos la hilera de árboles
una coma que para ti es un as
ganaste, compañera
nos vemos pronto, no?
Freia, a don Gustavo lo he escuchado ya varias veces desde que me colgaste el vídeo. ;-)
ResponderEliminarUn besote y gracias de nuevo
Javier, qué encanto. ;-P
Isabel, el lenguaje lo es todo en el género microrrelato. Le ocurre lo mismo que a la poesía: aquí, la elección de una palabra no sólo condiciona una frase, sino el sentido entero del texto, y hasta sus mismas alusiones...
Un abrazo
Jesús, a mí me parece también que me gusta más la segunda. Todavía no lo sé a ciencia cierta, pero en unos días confío en saberlo. ;-)
Esto que te cuento me pasa a menudo: vacilo un día sí y otro no. Hasta que me canso de tanto dudar y se impone una de las versiones por sí sola (menos mal). Abrazos
Hugo, jaja. Buena pregunta: ¿poema en prosa? o ¿prosa poética? Yo creo que es más lo segundo, o eso querría; al menos, así, no quedaría tan lejos de convertirse -previo desarrollo- en un microrrelato; con permiso de Hegel, claro está. ;-)
Cuando empecé esta nueva sección del Jardín botánico me propuse escribir solo micros, pero resulta interesante -al menos a mí me lo parece- comprobar cómo a veces las imágenes (y me refiero ahora a las fotos) te conducen sutilmente hacia un género u otro... Para mí, es un misterio, no creas. Un abrazo, y gracias
Larilla, ¡pero qué preciosidad de texto! Gracias mil por esa glosa gloriosa. :-D (Nos vemos muy pronto, sí. El 11 próximo) Un besón
Mi voto es también para la segunda versión. Es bellísima la imagen que sugieres.
ResponderEliminarComo vine al principio, me perdí la segunda versión. Aun así me quedo con la primera.
ResponderEliminarTambién me quedo con la segunda versión, me gusta mucho su ritmo.
ResponderEliminarPero en las dos has conseguido una imagen muy buena. Si la realidad es algo, es dudosa y fugaz... pero también tiene su propio esplendor. Es muy lúcida esa imagen poética, contradictoria y hermosa.
Kisses.
Me acabo de acordar del viaje que hago andando cada día de casa al trabajo. Maravilloso camino por el casco antiguo de Valencia, que acaba en la realidad de mi oficina.
ResponderEliminarQue maravilla! me perdería entre esas palabras.
Gemma, la levedad del instante ya de imagen ya de sonido es tan fugaz como permanente al hálito que dejas.
ResponderEliminarEsplende el abrazo.
Sergio Astorga
A todos, a la luz de la actualidad política, sirva de apoyo (y de granito de arena) esta conversión súbita (y casi forzosa) de la prosa poética en microrrelato.
ResponderEliminarAraceli, queda anotada tu elección. Gracias y un beso.
Freia, la primera para ti entonces. Me parece que nadie te la va a disputar. ;-) Otro beso
Sister, gracias. No sé yo si es lúcida, pero lo cierto es que a mí -como a Millás- la realidad siempre me ha parecido terriblemente confusa y dudosa. Por engañosa. Un besazo, Olga
Verónica, y yo entre tus dibujos. ;-) Un fuerte abrazo para ti
Sergio, y a ti te mando un abrazo cumplido de árbol
También me inclino por la segunda versión más "esplendente" que la primera. Gaza ha hermanado nuestros blogs. Un beso.
ResponderEliminarDel fértil ayuntamiento entre un haiku y un micro surge el hermoso "Gaza". Gracias por la poética desplegada.
ResponderEliminarUn saludo,
PABLO GONZ
Sucumbo, como siempre, a tus palabras. La segunda versión me pierde.
ResponderEliminarBellísimo.
Y cierto y grave el dudoso día.
BEso.
Excelente conversión al horror, de una segunda versión que me parecía mucho mejor.
ResponderEliminarAntonio, a mí me gustaría que se hermanaran por asuntos más justos, pero aquí estamos...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y solidario
Pablo, la poética ha sido un poco repentista, pero sirva de tal de todos modos... Me gusta mucho explorar los límites difusos que separan territorios y géneros: tener que recorrer, en este caso, la distancia mínima (o suficiente) que me permita convertir una prosa poética en un micro. ;-)
Gracias a ti por pasarte. Bienvenido y un abrazo
Izas, jajaja. Si tú sucumbes, yo me doy por satisfecha. ;-)
Un besón
Nano, gracias. Se trataba de dar el salto (o de realizar el cambio) a partir de las mínimas modificaciones. Pensé que puesto que todo el mundo tiene en mente las terribles imágenes del abordaje por parte del ejército israelí a las flotillas de ayuda, sobraban palabras... El texto, entonces, podría interpretarse tanto como una anticipación desolada del fracaso inminente..., o como una llamada de atención más general acerca del futuro de incertidumbre que soporta Palestina. Sabes que me alegra que te guste. Otro besón
Me parece más contundente la segunda versión,más acorde con lo que ha ocurrido aunque el lenguaje es tan poético que dulcifica la tragedia.Besos.
ResponderEliminardudoso día, din duda.
ResponderEliminarbonita reflexión.
Un beso Gemma
Me quedo con las tres (incluso me quedo con las que no has llegado a escribir); y es que cualquier versión se sabe hija única, a pesar de habe nacido en el seno de una familia de innumerables, imprevisibles e inextricables hermanos.
ResponderEliminarUn beso versión original.
Bambú, tienes razón si sitúas el texto justo después del asalto; yo, en cambio, lo situaría momentos antes, cuando todavía mantienen la esperanza (y la vida) intacta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
María, los días dudosos se tornan aciagos casi siempre. Gracias, y un beso
Josep, jajaja. Entre nosotros, yo prefiero esa séptima versión no escrita. ;-P
Es cierto: cada versión tiene su momento y sus razón de ser. Menos mal que las infinitas que podrían fraguarse permanecen en el limbo... Un petó per a tu