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Desde el camino, la sospecha cierta de que podías estar en el interior de la casa de cristal esmerilado fue cobrando fuerza. ¿Cómo, si no, interpretar esos reflejos en sombra desparramándose, esa luz irradiando en contorno, de temores amplificada?
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Versión 2Desde el camino, la sospecha cierta de que podías hallarte en el interior de la casa de cristales esmerilados fue cobrando más y más fuerza. ¿Cómo, si no, interpretar esos reflejos en sombra desparramándose, esa luz de absorción irradiando temores, en contorno amplificada?
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¡Delicioso, Gemma poeta! Cuántos temores encierras las sospechas ciertas.
ResponderEliminarUn besazo.
No sé si hay que elegir. Por si acaso, me quedo con la versión 1.
ResponderEliminarY qué tremendamente elástico es el lenguaje, caben cosas distitnas en las mismas palabras...
Me gusta más la primera versión, de sintaxis más arriesgada. Besos.
ResponderEliminarIzaskun-veloz, qué bien que te guste. El caso es que las sospechas se vuelven temores y los temores, certezas. Y vuelta a empezar. Un abrazo ;-P
ResponderEliminarBárbara, yo también la prefiero. A veces me gusta versionar para ver si con ello surgen lecturas algo distintas (lo que sucede en contadas ocasiones. Esta vez, sin embargo, no me lo pareció). Un beso
Antonio, apruebo tu elección. ;-)
Me gusta que coincidáis entre vosotros (y también hacerlo yo). Un beso
Debo confesar a la maravillosa escritora ( ¡si que posee alas fuertes!) y a sus sabios lectores, que yo no se con cuál versión quedarme. Me contagian belleza ambas...
ResponderEliminarUn abrazo
Me gustan las dos, tal vez la segunda más por ese temor amplificado si cabía más.
ResponderEliminarBesos, Mega.
Una luz amplificada de temores tiene mucha fuerza; esa misma luz amplificada en contornos no tanto.
ResponderEliminarCon todo, la pregunta enigmática sería saber por qué ese alguien que se halla en el interior de ese poético espacio contagia la sombra y la luz de temores.
Ahí está la fuerza de este breve y magnífico texto y no tanto, según mi humilde manera de verlo, en lo poético de la sintaxis.
Ves, Gemma, como tenía razón cuando te hablé del microrrelato lírico.
Un abrazo del ausente tibetano por fisura costillar. Javier.
Me fascinan estas variaciones que nos hacen pensar. Besitos.
ResponderEliminarFabiana, cómo me voy a molestar yo por eso, antes al contrario. ;-)Gracias y abrazos reflectantes
ResponderEliminarEva, pese a la sensación aparente de cambio, ambas versiones estarían diciendo lo mismo. O al menos a mí así me lo pareció.
(Si acaso, cabría el matiz de estar la primera versión aludiendo a los miedos del narrador, frente a la segunda, algo más objetiva o distante... Pero no sé). Un abrazo fuerte
Javier, ¡pero si ambas luces irradian temores! En cualquier caso, es probable que la primera versión resulte más directa y eficaz. Ese alguien que empaña la luz lo hace bajo la sombra o el reflejo oscuro del recuerdo (espero haberte respondido).
Ayer se te echó de menos en el Tíbet. ;-)
Isabel, a mí me agrada (e interesa por igual) poder conocer cuáles son vuestras preferencias. Gracias, y un beso
Gemma, la sutileza es tan fina que la sombra parece en claroscuro (múltiples grises)
ResponderEliminarMe parece que publicaba las dos como testimonio de tus indagaciones lumínicas.
Abrazo para interpretar.
Sergio Astorga.
¡Con tan poca diferencia y tanto cambio en el significado del texto...! Yo me quedo mejor con la primera versión y lejos de esos temores.
ResponderEliminarBesos.
Me gusta el encontronazo de palabras, el oxímoron, de "sospecha cierta" y "reflejos en sombra". Tiene la virtud de que te introducen en un espacio en el que te mueves inseguro.
ResponderEliminarMe gusta que dejes las dos versiones.
Me gusta más la primera, por el sonido y sobre todo por la métrica, más tradicional, del 7-7-9, en lugar de 7-7-8.
Es difícil. Yo también me decido por la primera. ¿Por qué? No lo sé muy bien, tal vez porque es cierto: es más arriesgada.
ResponderEliminarLa sombra desparramándose me encanta, y eso está en los dos textos; como la ambiguedad de la ubicación "Desde el camino, la sospecha..."
Besos desde Zaragoza (creo;-) para ese espectro invertido.
eep interesante escritura, ps ya nos estaremos viendo en seguirme, hasta pronto!
ResponderEliminar¡Toma ya! Pues no será por falta de análisis...Este... yo... eso.
ResponderEliminarQue me gusta que se queden las dos. Sí, y que me quedo con la primera porque sí, por ya conocida, y.
Beso.
Ambas versiones son encantadoramente eufónicas. Si me obligaran a elegir, tal vez me decantase por la segunda. Acaso porque me agrada eso de "irradiando temores". Pero mañana o pasado tal vez eligiese la primera.
ResponderEliminarSergio, me gusta que lo veas así. El segundo texto bien podría ser un reflejo del primero. Besos
ResponderEliminarLuisa, ambos son variaciones muy parecidas. Acaso sólo se distingan por esa pequeña transposición sintáctica o hipérbaton, como si fuese producto de un leve cambio de luz. ;-) Un abrazo
Nano, me permitirás que no me pronuncie en asuntos de métrica, pues siempre me han parecido muy complicados; aquí el período de la frase lo marcó (si no la métrica), su reflejo. ;-P Un beso
Olga, resulta curioso, cuando menos, que siendo los dos casi iguales despierten a su paso tantas opiniones encontradas. ;-) Abrazos
Nahuel, gracias y bienvenido
Izaskun, jaja, yo me quedo con tu visita reflejada. ;-)) Un beso
Ay, Herman, discúlpame, pero aunque parezca mentira, tu comentario ha hecho aparición (o reflejo) ahora mismo, ¡con un día de retraso! (Últimamente a Blogger le ha dado por anunciarme 2 comentarios cuando son 3, o 1 cuando son 2, y así... No sé si sólo hace el tonto conmigo o también os marea a vosotros...)
ResponderEliminarPues te apunto enseguida en el bando de los partidarios de la segunda (hasta que cambies de opinión al menos...). ;-P
Un beso grande
También a mí me marea, Gemma.
ResponderEliminarAhora que ya hay otro post y este quedará menos visitado, te diré que no pretendía basar el comentario en la métrica. Lo que pretendía es constatar una experiencia personal repetida: cuando en dos frases casi iguales una me atrae mucho más, uso los dedos y cuento las sílabas. Siempre pasa lo mismo, la que me atrae tiene una medida tradicional. De más sílabas a menos, endecasílabos o las diversas variantes de combinaciones de 5 y 7 sílabas.
Son ritmos que tenemos incosncientemente metidos en la cabeza y que funcionan bien en la prosa.
Abrazote