Si las hojas fueran cuadradas, y los tallos curvos y dóciles,
los interiores de las casas estarían decorados con árboles, mientras vuelos caprichosos
de mariposa surcaban el cielo del comedor, y tras doblar una esquina, se
colaban en el dormitorio de nuestros hogares, empeñadas en posar sus ridículas
patitas sobre el cristal esmerilado de la mesilla de noche, nerviosas como
crías ante el sueño profundo que se avecinaba.
Ay,
si las hojas fueran rectangulares, e
incluso un poco apaisadas,
de un verde brillante.
..
....
Precioso e íntimo paraíso.
ResponderEliminarAY!
ResponderEliminarBello,bellísimo.Interesante.Curioso.
Y más.
Besitos
Imágenes tan sugerentes sólo pueden despertalas frases tan bien tejidas como las tuyas.Un beso.
ResponderEliminarAy, si cupiera el universo en tu salón. Muy borgiano se me antoja. Un beso ya desde Leuven.
ResponderEliminarJardinería en la soledad de un interior.
ResponderEliminarTe supongo sueños felices y complicados al despertar.
Amaia, muchas gracias y bienvenida.
ResponderEliminarDulce Izaskun, agradecida quedo.
;-PP
Un besazo
Araceli, esta vez bastó tirar del hilo, sin demasiado esfuerzo, para dar pronto con el cabo. ;-)
Un beso
María, gracias de corazón. Lo mismo te deseo.
Un beso
Antonio, ¡ya queda menos para tu visita! ;-)
Un abrazo
Nano, los despertares insiten siempre en ponernos en la realidad. Así son las cosas.
Un beso
92 palabras sin que medie (por medio) ningún punto. Apunto. A punto estuve de perder el resuello. Ello por saber de hojas cuadradas y tallos curvos. Vos, siempre tan original y agradable.
ResponderEliminarBlesos.
Adanero, ¿qué es eso de 'vos'? Ya me estás apeando el tratamiento...
ResponderEliminarDe todos modos, uno puede descansar, en caso necesario, apoyándose en cada conjunción 'y' que se encuentre a lo largo del texto. ;-)
Un beso
Pero son minúsculas, casi ínfimas, y no soportarían mi peso.
ResponderEliminarTe elevo el tratamiento. En vez de una pildorita en cada comida tómese usted dos.
"nerviosas como crías ante el sueño profundo que se avecina, y la promesa palpitante de un dulce despertar tras el amor". Así es el sueño de los niños, siempre increíblemente excitados antes de caer agotados, pacíficamente rendidos. Y luego, despertamos ya adultos y se nos acaba el sueño profundo y la tranquilidad de un dulce despertar.
ResponderEliminar¿Y si fueran rectangulares?
Un abrazo
Angel, jajaja, bueno, vaaaale, me tomaré dos entonces... ;-P
ResponderEliminarMaría, es cierto. Los sueños profundos son propios de los más inocentes: ancianos y niños. Nos queda el consuelo de que con la edad, un día volvamos a dormir tan bien como en la infancia. Un abrazo
Todo un canto en contra de la rigidez que a veces nos rodea.Me gusta la figura de la mariposa revoloteando en busca del amor
ResponderEliminary el deseo,parece,de que ese amor se produzca.Abrazos.
Bambú, me gusta cómo lo resumiste: un (amago de) canto contra la rigidez o la monotonía; en realidad, un exorcismo en toda regla. ;-)
ResponderEliminarBesos
Gemma, el concierto de verdes y sus humedades sugieren el enlace apasionado del azul y el amarillos.
ResponderEliminarHoy tienes el apetito de mandrágora.
Si las hojas fuesen cuadradas hablaríamos en cuartetos pareados todo el día. Si la hidra lo permite, claro.
Abrazos verdinegros.
Sergio Astorga