El pasado va mudando conforme cambia el futuro.
La vida nos transforma hasta el punto de afectar nuestro pasado.
Alteramos el pasado toda vez que el futuro importa.
El pasado va modificándose a medida que nos cambia el futuro.
En las redes sociales, las vidas ajenas, engrosadas y hasta subsidiarias se tornan, paradójicamente, representaciones descarnadas de la realidad.