Despertar: decidir cada mañana a qué estás dispuesto.
Y en qué medida.
El aforista es un ser lacónico por definición.
Presumiblemente.
Al decir del DRAE, bien pudiera ser que el aforista fuera un hombre poco o nada versado en el estudio de los fueros.
forista
1. m. desus. Hombre versado en el estudio de los fueros.
Aire acondicionado: sistema artificial que se empeña en refrescarnos en exceso y de forma deficiente al mismo tiempo. Causa de malestar interno hasta el deseo de gritar basta. Trasto que no cumple ni por asomo con la función prescrita. Maquinaria infame en cualesquiera de los casos. Motivo de discordia. Alivio o condena. Instrumento que hace las delicias de toda dictadura, ya sea por acción, ya por omisión.
La elipsis, hambrienta y voraz, despiadada como ella sola, se está comiendo sin miramientos este exiguo microrrel...
La elipsis se está comiendo —a trompicones— este exiguo microrrel...
La elipsis se está comiendo.
LA ELIPS...
y por la calle la gente respira, sonríe, mira, dice. La gloria son 22 grados a la sombra o al sol, tanto da. A lo largo de esta mañana he logrado hacer de un plumazo lo que durante los dos días previos: desayunar, trabajar, comer y dormir. Todo concentrado en un día de escasas horas a 22 grados templados. Ni uno más. Porque la felicidad era llevar calcetines en verano. Poder planchar al fin toda la tarde sin pausa. Merendar de nuevo y olvidarse para siempre de los 38 grados que, justo ayer, martilleaban ufanos su maldito calor. Pura redención.
Aprensión: desconfianza ante lo que pueda venir o acaecer. Sospecha (in)fundada. Recelo que muta en agobio. Angustia leve. Temor difuso.
El aforismo es la conciencia del ser; el microrrelato, la expresión del ser.
Amor: ansiedad del ánimo y del cuerpo. Dolor crónico más o menos llevadero. Deseo que trepa como una enredadera. Plenitud esquiva.
El misterio es irreductible por definición.
Débito:
acumulación de deudas que se superponen en el tiempo hasta cuestionar la propia supervivencia, y que resultan en un lastre mayúsculo, insondable, imposible de satisfacer. Cantidad que se deja a pagar de por vida y, a menudo, de por muerte. Condición de quien tiene cierta vocación vergonzante de deudor y por ello se debate irremisiblemente entre deudos y adeudos.
Simulacro: representación que alguien (generalmente, un iluminado, un gracioso con visos autoritarios, o un desalmado simplón) decide organizar conforme a la existencia de unas circunstancias, y la participación inconsciente de unos personajes que no saben que lo son. Delirio. Broma de mal gusto. Canallada ejemplarizante.
Y para colmo, toda definición es temeraria por definición.
Temeridad: acción, calidad de una obra o juicio propios de quien se sabe lanzado a cumplir sus designios, buscando satisfacerlos más allá de la naturaleza o fundamento de los mismos; fuera de toda razón y conveniencia. De ahí que sean tachados de imprudentes o precipitados. En otras latitudes, razón de ser. Sal de la vida.
El todo es inespecífico por definición.
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.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"