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La madre vio al
niño morder la manzana. Enseguida creyó el fruto que había sido cosa del
gusano, quien sin embargo prefería taladrar al crío porque sí, hastiado de su
menú de plato único. Justo en el instante en que el chaval entornaba los ojos
para saborear su pedazo, la señora ha dado por sorpresa un mordisco a
la lombriz, que, descabezada, ha muerto en el acto. Por tierra rueda ahora el pobre
micro desmembrado.
Alimentación en cadena rota por una madre- realidad que corta de un mordisco la gestación de ese micro.
ResponderEliminarBesos encadenados.
Me ha gustado mucho, Gemma. Aquí te dejo uno mío, que me recordó el tuyo, de hace unos meses:
ResponderEliminarQuiebra
Abro la nevera y veo la única manzana que queda. Antes de comerla, un horrible gusano sale de su interior. Contrario a lo que pensaba, la cena de esta noche será suculenta.
Jajajaja. Me he perdido un poco y ya no sé si la lombriz descabezada es la mamá del gusanito que perfora al niño que come la manzana. Pero es igual, me ha encantado. Es como aquellos interminables sorites que nos aprendíamos de pequeños o aquellas cancioncillas en la que el gato se comía al ratón, el perro al gato, el palo golpeaba al perro, al perro lo consumía el fuego, etc, etc. Aunque, aquí, la cadena vuelve a funcionar en el filo del resbaladizo y sinuoso ¡lazo de Moebius! (hacía ya mucho tiempo que no conseguía colarlo en ningún comentario, ;-pp)
ResponderEliminarPara estar desmembrado y en tierra de lombrices, te ha quedado francamente bien.
La foto, espléndidamente ad hoc. Un gusanillo en brazos de su mamá la lombriz.bestias y mordisquitos, MegaMaga.
A mí me da por pensar, rizando el rizo, que quien de verdad se come a todos los personajes de la historia no es el gusano, ni el niño, ni la madre... El auténtico devorador de todos es el microrrelato, que no deja títere con cabeza, incluyendo la suya propia. Un abrazo.
ResponderEliminarEvidentemente no era bestias, sino
ResponderEliminarBesitos. Besitos y mordisquitos
Lola, así es: el gusano es el verdadero protagonista de la historia, de modo que al morir de forma imprevista, el micro se ha quedado, el pobre, descabezado. Besos
ResponderEliminarEsteban, jaja. Imagino que el quiebre de tu historia consistía en convertir el asco en ansia... Muy logrado.
Abrazos
Freia, me quedo con tu versión. :-) Precisamente se trataba de ir encadenando acciones (en lugar de desastres) a medida que una serie de personajes desfilaba por la historia, ignorante sin embargo del estrecho vínculo que mantenían sus actos... Un abrazo!!
Ricardo, jaja. Buena poética la que planteas. :-) Un abrazo
Freia, me doy por mordida y besuqueada.
¡Qué bonita perspectiva! Manolo hizo muchas fotos, pero ninguna de este ángulo. Es verdad que parece una lombriz o gusano descabezado.
ResponderEliminarMuy bueno el micro, Gemma.
Besos.
Gracias, Isabel. Un abrazo
ResponderEliminarSencillamente fantástico, sin comentarios.
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