lunes, 3 de octubre de 2011

Correspondencias

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Correspondencia 1.1
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-¿Me quieres?
-Sí.
-Claro. Yo también. 
-¿Me quieres?
-Sí.
-Claro. Yo también.
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Correspondencia 1.2

-¿Me quieres?  
-Sí, claro. 
Yo también. 
-¿Me quieres?
-Sí, claro.
-Yo también.
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Correspondencia 1.3
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-¿Me quieres?
-Sí.
-Claro. Yo también. 
-¿Me quieres?
-Claro. Yo también.
-¿Sí?
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Correspondencia 2.1
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-¿Me quieres?
-Sí.
-Claro que me quieres. Yo también. 
-¿Tan claro?
-Y bien.
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Correspondencia 2.2
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-¿Me quieres?
-Sí.
-Claro que me quieres. Yo también. 
-¿Tú también?
-Claro.
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Correspondencia 3.1
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-¿Me quieres? Sí, claro. Yo también.
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Correspondencia 3.2
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-¿Me quieres? Sí, claro. Yo tampoco.
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10 comentarios:

  1. Muy buen ejercicio. Es como tocar muchas sinfonías, las mismas notas pero en distinto orden componen músicas diferentes. El final es un mazazo, un adaggio que cierra este magnífico experimento.

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  2. Gemma, mira que si al final él o ella no existen, entonces se complica la cosa aún más... Un ejercicio espectacular. El cierre genial.

    Abrazos.

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  3. Gemma:
    ¿Te comento?
    ¿Mañana?
    Mejor hoy.

    ¿Abrazos?...
    Sergio Astorga

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  4. Las preguntas y respuestas, según las combines pueden dar un aldabonazo al corazón, o dejarnos ensopados de agua. Me gustó.

    Abrazos sin dudas.

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  5. Maite, hay tantas variaciones como parejas y amores, qué duda cabe. Celebro que te haya gustado. Un abrazo

    Agus, el final, efectivamente, vendría a ser una especie de suma o resultado de las partes. Un monólogo por tanto, y ello aunque el otro esté presente. Un beso y gracias

    Sergio, abrazos siempre, jaja.

    Lola, pues yo me alegro. Gracias de corazón.

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  6. Qué buen juego, y qué buen resultado, Gemma.
    Da para pensar, para reír, y, por qué no, para entrenar.
    Saludos
    Gabriel

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  7. He de confesar que estos ejercicios a veces me despistan un poco, pero siempre me interesan, éste lo disfruté.
    Un abrazo, Gemma.

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  8. Gracias a ambos, Gabriel y David. Me alegro.

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  9. Es bueno quererse a uno mismo. Parece que el de la última versión no lo hace.

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  10. Torcuato, jaja. A lo mejor ya está un poco harto de tanta correspondencia...
    Un abrazo

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"