lunes, 5 de agosto de 2013

Puente de araña



Y cuando sean 
las cuatro 
cruzar un puente 
de cuerda 
colgante
que cruja
a cada paso; 

justo 

en el instante  
en que el suelo
tembloroso 
de la tarde
se empeñe en 
balancear 
el mundo 
de ahí fuera 
sobre el abismo 
filoso de la seda.

.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"