sábado, 31 de enero de 2009

Un viaje largo

.. ..
Por la mañana la había llamado por teléfono:
-Si quieres, y tienes un rato, me acerco y te veo. Ya sabes a qué me refiero.
-Claro, pásate ahora mismo y almorzamos juntas mientras lo hablamos.
..
Sentadas en sendos taburetes tras la barra americana de la cocina, removían al unísono dos tazas de café con leche, humeantes y oloroso.
-¿Un trozo de tarta?
-Vale.
..
Y entonces, mientras la otra partía la tarta por una mitad demasiado engañosa, se persuadió de que no había remedio.
A la hora de la siesta, procurando no hacer ruido, recogió sus cosas y se marchó para siempre, en un viaje largo, sin retorno.
..
.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"