martes, 13 de abril de 2010

Espinas

...
...
Espinas
..
La verdadera crueldad de las espinas no reside en tenerlas sino en irlas perdiendo, dejándolas prendidas en la azorada piel de quien tenga la osadía de acercársenos.
..
Luisa Valenzuela, Brevs. Microrrelatos completos hasta hoy, Alción Editora, Córdoba (Argentina), 2004.
..
..
Quién tuviera la osadía de la espina en la piel prendida,
en la crueldad azorada de irlas perdiendo,
o en no tenerlas,
dejándolas acercársenos
sin residencia de espina verdadera.
..
Versión 2
Acérquense quienes tuvieran la osadía
de la espina
en la piel prendida,
en la crueldad azorada de no tenerlas verdaderas,
o en irlas perdiendo,
dejándolas sin residencia
de espina.
.
Versión 3
Prendida en la piel, la osadía de la espina
-de crueldad azorada-
nos deja sin residencia.
Se acerca en quien vaya la espina perdiendo,
o de tenerlas, no las tenga en verdaderas.
..
.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"