viernes, 13 de abril de 2018

Seiscientos treinta



El deseo consciente de sí mismo es, en realidad, un dese(sper)o. O udes(v)e(l)o.



.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"