domingo, 31 de octubre de 2010

Espejito mágico



-¡Pssst!
-¿¡!?
Pssst, pssst, sí tú!
-¿Yo? ¿Qué pasa?, ¿qué quieres?
-¿Te importa si te pregunto algo?
-¿¿!!
-¿Podrías decirme, si no es mucha molestia, cuál de entre nosotras es la más bella?

lunes, 25 de octubre de 2010

La máscara parlante



Dos ojos de fuego en mitad de un rostro encendido me miran, insolentes, por entre los cristales del local. "No pienso hacerlo", le digo de pensamiento, "no insistas". Pero insiste, como era de esperar. De sobra conoce que su sonrisa sellada en brillante dentadura no tiene parangón.



lunes, 11 de octubre de 2010

Cuerpo de luna



Con el calor de estas manos bruñiré tu cuerpo de luna para que la noche amanezca sin astros, llena de ti.


* De los cien escalones (L100e) que recorre Nano, el décimo dice lo siguiente:

Diez

Prefiero tu silencio a mis palabras banales.

Callemos juntos.

Que no nos quede más consuelo que el recuerdo de un calor confuso.


** La espléndida ilustración es de Veronica Leonetti, procedente de su bitácora La muerte del espejo.

domingo, 3 de octubre de 2010

No lo sabemos

...

NOS TOCA QUERERNOS SIN LA PIEL

Ahora que mi olor ya no te duele

y que no sangras reproches,

la culpa me suelta el cabello.

A las heridas, lo sabemos,

las maquillará el tiempo.

Bien se puede decir

que nos hemos sobrevivido.

Al fin y al cabo

nunca tuvimos mapa.

ARACELI ESTEVES

..

..

Y un contrapoema...


NO

LO

SABEMOS

Nu

nca tuvimos

que

maquillarnos

el

olor

.

Mi tiempo

sangraba

cabellos y

heridas,

reproches

al fin

y al cabo; ahora,

ella

,

la

piel que

nos

soltamos

sin

culpa, ya

no

te-me-le

duele.

Podría decirse

que nos

toca querernos... Bien.

Hemos sobreviv

ido

a los

m

apas.

* El poema, inédito, pertenece a Araceli Esteves, de El pasado que me espera. La foto es de Cándido Del Puente, y forma parte de una serie que se titula "Juguetes abandonados".

..

.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"