sábado, 19 de diciembre de 2020

906

El daño es siempre más profundo que el bien.

El daño ahonda firme sus raíces, mientras que el bien aflora o apenas florece.


.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"