jueves, 30 de abril de 2009

Ora pro nobis

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El cuerpo le late descontrolado aunque ella se ha propuesto convertirse en una buena chica, educada y respetable, exhibir en todo momento gestos y maneras propicias, de intachable conducta. Todavía desconoce que hoy hace quince años que sus hormonas se declararon en guerra.
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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"