1.055
Barruntar, con afán detectivesco, lo que la vida nos depara, sabiendo que cuanto nos ponga por delante acabará reducido a póstumo humo, ceniza extinta o candente brasa.
.
.
Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.
Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"
No hay comentarios:
Publicar un comentario