martes, 12 de marzo de 2013

Cincuenta y seis

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La realidad se descompone con la misma 
arbitrariedad (¿o será indolencia?) 
con que luego se recompone en sueños.
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7 comentarios:

  1. Basta que cambie el sesgo de la luz. O que acumulemos una nueva que experiencia que reordene todo lo anterior.

    Vivimos unos tiempos apasionantes.

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  2. Gemma, este comentario por eso es descompuesto.

    Realmente el abrazo.

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  3. Y luego está la imaginación, que en los microcuentos se comprime en formas geométricas.

    http://perth111.blogspot.com.es/2012/07/precaucion-712.html

    Te sigo, Gemma

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  4. supongo que así es como consigue su falsa eternidad, Gemma.

    Un abrazo,

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  5. Su indolencia reside, según creo, en que no tenemos la certeza de si la define su entropía o su falsedad ideológica de mero sueño colectivo. Alea jacta est...

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  6. O viceversa, digo yo. Que el mundo de los sueños tiene a veces esa inercia que añoramos en la realidad.
    Tal vez sea el sueño -tal vez el sueño sea lo primero-, tal vez sea el que se descompone en realidad, en realidad. Tal vez ni siquiera se recomponga.
    Otra vez nos dejas tarea para pensar.
    Abrazo
    Gabriel

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  7. Gracias a todos por vuestros comentarios. Un abrazo grande

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"