martes, 22 de mayo de 2012

Pájaro emboscado

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"Literal"
Soñé que era un árbol 
y la cabeza se me llenó de pájaros.
Norah Scarpa Filsinger
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Soñé que era un pájaro y los árboles se me llenaron de plumas.
Soñé que era una ala maltrecha y deshojada.
Y que trémulos trinos en rama me emboscaban.
Soñé y soñé hasta que el bosque entero hubo escampado, feroz, toda su calma.
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* El cuadro es de Lola Valls. (¡Lo encontré!: http://vimeo.com/28743490).

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8 comentarios:

  1. El primer verso, libertad, el siguiente, prisión

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  2. Querida Gemma, por favor, adelántanos más acerca de tu libro. Estoy en ascuas.

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  3. Torcuato, de la libertad a la prisión (y viceversa) puede haber apenas un trecho. Un abrazo

    Daniel, en una semana confío en poder darte todos los detalles. Muchas gracias y un beso

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  4. No sé si es una sinestesia metonímica o una metonimia sinestésica... pero este pájaro-árbol es muy impactante, pura sensación. Me gusta mucho, tiene un perfume intensísimo.
    Abrazos

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  5. Gemma, entre la rama y el sueño los arboles nace. Es verdad, hay un pájaro emboscado en todo esto.

    Ramal de abrazos.

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  6. Susana, me encanta ese recurso retórico que te has sacado de la manga. Si no existe, debería existir, ¿no te parece? Un beso y gracias

    Sergio, el pájaro emboscado debe de ser producto de esa atmósfera a la que se refiere Susana. ¡Gracias y un abrazo!

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  7. Así que supongo que, finalmente, la realidad se resolvió insatisfecha. Hizo bien el pájaro en emboscarse, sobre todo de esa manera tan vital.
    Un abrazo

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  8. ¿Te creerás que no me había dado cuenta del paralelismo que estableces entre Veintiocho y Pájaro emboscado? Bien por tu perspicacia, María.
    Un beso

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"