lunes, 14 de mayo de 2012

Los cinco viejitos

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El de la gabardina beige, el más alto de todos, me ha sonreído en el instante en que me colaba en el ascensor cuando las puertas empezaban a cerrarse. Ninguno de los ancianos cumplía ochenta años. Me ha hecho gracia que la casualidad nos hiciera descender a todos en la misma estación. Un par de horas antes, arrellanado en la butaca del cine, había visto desfilar ante mí sus figuras encorvadas. Los paseaba una mujer de piel dorada y pelo azabache. «Blancanieves y los cinco viejitos», me he dicho en el momento en que comenzaba la película. El más anciano rondaría los noventa, y aunque caminaba apoyándose en el brazo de la chica, conservaba la coquetería de no usar bastón y lucir una melena de plata. La pareja que lo seguía avanzaba erguida, a paso ágil: junto al caballero de la gabardina beige y andares distinguidos, un viejo cabal se había erigido en pastor del rebaño, ocupado como estaba en reunirlos a todos bajo su regazo. Al terminar la película, hemos coincidido de nuevo en el vagón. Pese a mis zancadas firmes, yo había perdido el metro de forma inesperada. El último tren ha circulado, sin embargo, con el traqueteo de los deseos cumplidos. Cuando salía del ascensor me he sumado a la feliz comitiva.
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8 comentarios:

  1. Has descrito ese desfile en el cine con tanto lujo de detalles, que tenía a Blancanieves y los cinco viejitos aquí mismo, a mi lado, reconocibles.

    Me encantó.

    Doble de besos.

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  2. Quan sigui "viejito" també vull que una "Blancanieves" em porti al cineeee... :o)
    B7s

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  3. Hola, Gemma
    Tenés un regalo en mi blog
    (Me tomé el atrevimiento)

    Beso grandote

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  4. El traqueteo de los deseos cumplidos... Me ha gustado mucho esta comitiva, Gemma. Besos.

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  5. Me parece estupendo que te unieras a la " feliz comitiva", ¡hay que agarrarse a ellas cuando pasan!
    Un abrazo

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  6. Lola, andan y te miran como si fueran de otro mundo. Lo mismo que los niños. Un beso

    Fra Miquel, jaja, compta-hi! Jo també m'apunto. Petons

    Patricia, mil gracias! Ha sido una sorpresa muy agradable que te acordaras de esta bitácora. Abrazos

    Manu, lo celebro. Beso grande

    María, tú siempre leyendo entre líneas, jaja. Esperaba tu visita.
    Un fuerte abrazo

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  7. Les vieux ne meurent pas, ils s´endorment un jour et dorment trop longtemps

    Ils se tiennent la main, ils ont peur de se perdre et se perdent pourtant

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  8. Merci Beaucoup, Nàn (ese es todo el francés que te puedo ofrecer)...

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"