lunes, 23 de agosto de 2010

Siesta supersónica

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Y a cada nuevo paso, ibas haciéndote más y más pequeña, hasta adquirir el tamaño exacto de un diminuto banco avistado al final del camino, aunque cuando lo alcanzabas, enseguida te dabas cuenta de que, más bien, se trataba de un madero de proporciones descomunales, y de que si pretendías sentarte en él, debías entablar primero una lucha contra una plaga de moscas que te zumbaban y enloquecían con su sonsonete estentóreo, como de aviones a reacción.

12 comentarios:

  1. Sonsonete estertóreo... Adoro cómo te expresas.
    A mí la siesta me ha evocado "la pesadilla de una tarde de verano".
    Como siempre, lo leeré al revés pero me ha creado auténtica desazón tu texto.
    Lo que no evita que te envíe un abrazo de parte de Fermí i Ferran y otro mío.

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  2. ¡Alicia en el País de la Perspectiva!

    Me encanta ese empequeñecimiento al seguir la línea de fuga del plano bidimensional.

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  3. El comentario de NàN ha clavado lo que sentí y quise decir. Empequeñecerse en esa perspectiva que nos presentaron casi única.
    ¡Precioso!, Gemma.
    Besito,

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  4. Siesta veraniega convertida en pesadilla campestre posiblemente por una digestión pesada o demasiado regada o las dos cosas. Y coincido con la sensación de esa imagen. Me queda saber si el banco inspira deseo o añoranza.

    Un abrazo, Gemma.

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  5. Le perspectiva cambia si te mueves (tal vez por eso hay tanta gente quieta; tanto miedo al baile; tantas certezas absurdas). Me gusta lo que dices, lo que sugieres, lo que omites.
    Un beso desde todas las perspectivas.

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  6. Gemma, este es otro malabar a mi entender, de los que llamaría preceptuales, esto es, no solamente describes la perspectiva física, sino que aludes al los planes mentales de la imagen, cuando formas un prototipo ideal y al enfocarlo vas encontrando que la realidad desencanta o destruye tu construcción.

    Me ha encantado este movimiento de mayor a menor.

    Un abrazo estentóreo, que no estertóreo.
    Sergio Astorga

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  7. Freia, esta vez lo leíste del derecho, no lo dudes; moraleja del micrín: las apariencias engañan siempre; que por algo son apariencias... A mí tus lecturas me gustan siempre; también las que pergeñas del revés. :-P

    Nano, ¡justo! La realidad se filtró en esa siesta del texto para mostrarla tal cual es: feroz (me refiero a la realidad, por supuesto). Un besón

    Izaskun, uno se va empequeñeciendo conforme pasa el tiempo lo quiera o no... Sino cruel. Un fuerte abrazo :-P

    Jesus, a mí el banco me inspira estupor. Como ese futuro inesperado que nos sale al paso sin haberlo previsto. A contrapié para ser más exactos. Otro beso

    Josep, la perspectiva cambia, qué cierto lo que dices, según y conforme queramos ver esa realidad (o estemos dispuestos a aceptarla). Un abrazo poliédrico

    Sergio, la realidad -por desgracia- desencanta siempre. :-P
    Es así por naturaleza: puñetera. Un abrazo igual

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  8. La realidad es un lugar lleno de pequeñas realidades singulares. Pero solo alguien como tú es capaz de contarlas.

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  9. Alicia, las siestas de verano y el malabarismo onírico-espacial.
    Supersónica, sister;-)

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  10. Araceli, no sé por qué será, pero a los micropersonajes de estos textos les da siempre por pelearse con ella... Un besazo

    Olga, jajaja; veo que -para variar- no te dejaste ni una coma... :-P
    Un beso bien grande

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  11. El juego de colores de las últimas publicaciones se me ha asociado con los cambios de perspectiva de la "siesta supersónica"; ¡cómo intuye el inconsciente el proceso creador!

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  12. Elena, a través de la palabra es posible llegar a lugares que ni siquiera sabíamos que existían con tanta nitidez. Gracias por tu comentario y bienvenida

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"