domingo, 6 de abril de 2008

El caso

Aunque la policía tacharía aquel caso de insólito, en realidad se trataba de un suceso trivial: la chica se empeñaba en apretar el paso, pero sólo conseguía con ello estar cada vez más cerca. Su insistencia en perseguirme por delante terminó siendo mortal.

16 comentarios:

  1. ¿Qué quieres que te diga? Fantástico.

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  2. Un cuento en la tradición de los Crímenes Ejemplares, de Max Aub.

    Muy ocurrente la idea de alguien que te persigue por delante.

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  3. No hay duda en que era perseguida por su propia sombra.

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  4. Eso mismo le pasó a Hamilton ayer

    ;-)

    un saludo

    desahogandome.blogia.com

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  5. Manuel, chistoso te veo...

    Freia, querida, muchas gracias. Me animas mucho y yo te lo agradezo (también mi ego). ;-)

    Viajero, ¡bingo! Jajaja, ya ves que la red establece extrañas conexiones...

    Adanero, según tu versión de los hechos, ¿estaría hablando la misma sombra, una sombra amenazante, más bien? ;-)

    Maria Eugènia, no, qué va. Es sólo un juego de palabras.

    Víctor, eso mismo he pretendido: contar lo máximo en el mínimo espacio posible. (Premisa de todo buen microrrelato, como ya conoces y praticas).

    Desahogándome, ¡no me digas!

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  6. ¡Ah, la inteligencia de las mujeres! Está claro que nos llevan un siglo, por más que nosotros queramos hacer ver que nos persiguen... ¡por delante, claro!
    Aunque luego mueran.
    Abrazos, mega.

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  7. El agresor lo tiene siempre más claro que la víctima. Lo has demostrado con muy pocas palabras.

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  8. Joseba, algunos lo que tienen es un complejazo que no les cabe en el cuerpo (me refiero, claro, a estos casos de muertes por celos, berrinches, o simple tiranía).

    Nán, en efecto, su chaladura los mantiene a flote, de ahí que lleven ventaja siempre, por desgracia...

    Sendos abrazos

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  9. Está muy bien. Estupendo manejo de la primera persona.

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  10. Muchas gracias, Recaredo y ETDN.
    Y bienvenidos.

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  11. Lo de "perseguirme por delante" es todo un hallazgo. Se parece a esa frase que dice "La sabiduría me persigue, pero yo soy más rápido". No sé dónde lo leí, pero también me hizo gracia.

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  12. Saiz, como quiera que lo único que le pasa al protagonista del micro es que padece de manía persecutoria..., (aparte de ser un asesino, claro).

    Un abrazo

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"