miércoles, 19 de marzo de 2008

El tiempo

...
...
En realidad, poco puede hacerse para no sentirlo.

Uno puede irse a nadar
a correr
a comer
a soñar
pero al cabo
deberá detenerse. Y entonces,
si está verdaderamente dispuesto
sentirá
mal que le pese,
sus pasitos pasos,
una y otra vez
muy despacio
yendo y viniendo
de acá para allá
de arriba abajo
y vuelta a empezar:
boca arriba
boca abajo
mal que le pese
sus pasitos pasos
sentirá
a veces, acelerados
armoniosos, las menos
huidizos, las más.

Sólo a ratos
si se concentra
logrará
acompasarlos
cuesta arriba
con el sol que se esconde
cuesta abajo
con la luna que asciende.

Pero sólo a ratos,
o en sueños.
En realidad, poco puede hacerse.

Esta entrada la saqué ayer en mi otro blog (Punto y seguido). Dado que ejerce de bitácora secreta, pensé que no le iría mal aparecer por duplicado, como si se tratara de un eco -o un bucle- en el tiempo...

3 comentarios:

  1. Como los pasos que vienen y los pasos que van...
    Cuando he abierto tu blog, éste, me he descolocado... por un momento no sabía en cuál de los dos estaba. El tiempo en un bucle... y también el espacio.
    Un abrazo Mega.

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  2. Jajaja, Freia. ¿A quién se le ocurre ir a contracorriente?
    ;-)
    Otro abrazo para ti.

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  3. aaaay....que verdad...
    en realidad poco puede hacerse...

    pero me gusta la reflexión...no es triste como casi todas las que tratan sobre el tiempo...es simple resignación...tal vez...o ganas de que la convivencia con el tiempo sea lo más placentera posible...

    beso!

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"