.... El pasado tiene por costumbre ronronear como un gato bien alimentado; sólo si lo encaras de frente, ruge, araña y duele como el condenado tigre que en realidad es. .. ...
... A caballo entre cierta felicidad estricta y la desgracia previsible que va licuando el tiempo, nuestra naturaleza avanza pletórica y triste, viuda alegre de cuanto fuimos, amante despechada de cuanto no seremos jamás; Extraña Anhelante. .. ..
. . Hermosa vida que pasó y parece ya no pasar… Desde este instante, ahondo sueños en la memoria: se estremece la eternidad del tiempo allá en el fondo. Y de repente un remolino crece que me arrastra sorbido hacia un trasfondo de sima, donde va, precipitado, para siempre sumiéndose el pasado.