miércoles, 22 de diciembre de 2010

Don Carámbano de Berlín








En una casa lejana de gélidas paredes blancas vivía no hace mucho un Carámbano valiente, libérrimo y audaz, de esos que visten con orgullo sólidos hielos prietos y anillas de goteo intermitente. Advertido de que su principal trabajo consistía en descender hasta el mismísimo sótano, lugar donde moraba su nunca antes bien ensalzada doña Caldera del Foso, cada día amanecía un punto más largo y robusto que el anterior, entregado como estaba a la ingente tarea de traspasar pisos y plantas en pos de ver cumplidos sus sueños más inalcanzables. Fue en su tercera o cuarta crecida cuando aquel mozo de las Germanías lo molió una mañana a bastonazos. Desde aquel día aciago, su cuerpo desmembrado se licua gota a gota en las ardientes calderas del edificio.

Don Carámbano de Berlín y la autora de esta bitácora les desean unas felices fiestas y un próspero 2011.








domingo, 19 de diciembre de 2010

El alquimista


Se ha clavado una espina en la garganta para actuar con verdadero sentimiento.

* Esta fantástica acuarela lorquiana es obra de Lola Valls, autora del blog El vuelo mágico.

domingo, 12 de diciembre de 2010

La cama colador



El colador
La mujer del pescador cuela el agua antes de beberla para no soñar por la noche con tempestades y naufragios.

Cama
Mueble donde el niño sueña, el joven fantasea, el adulto duerme y el viejo recuerda.

José María Cumbreño, “El colador” y “Cama”, Relatos relámpago,
Editora Regional de Extremadura, Mérida, 2007, pp. 24, 26.


Cama colador
Donde el niño sueña por la noche, la mujer del pescador recuerda al viejo fantasear con el agua antes de beberla el joven. Para no soñar tempestades y naufragios, el adulto cuela el mueble y duerme.

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Hermosa vida que pasó y parece
ya no pasar…
Desde este instante, ahondo
sueños en la memoria: se estremece
la eternidad del tiempo allá en el fondo.
Y de repente un remolino crece
que me arrastra sorbido hacia un trasfondo
de sima, donde va, precipitado,
para siempre sumiéndose el pasado.


Jaime Gil de Biedma, "Recuerda"